La Gringa - Relatos Eróticos

La Gringa

Había nacido en el barrio, pero rubia rojizo, ojos celestes, algunas pecas y pómulos colorados, le daban la impronta italiana que traía en la sangre
La Gringa era simpática y hablaba con todo el barrio, varios hombres habían querido estar con ella pero siempre seguía sola.
Vivía en un lindo chalet, típico del barrio, y tenía dos perros grandes (Casal de rotwailler) que cuidaban que no entrara nadie sin permiso.
Una mujer sociable de edad media, con un físico regular que destacaba sus tetas, las que exhibía con escotes generosos.
Se movía en una camioneta vieja, negra, grande y todo terreno, lo que le daba más presencia aún
Todo regular, nada que despertara curiosidad ni sospechas
Un día a la tardecita estaba yo reparando una chimenea de mi casa, subido al techo de mi casa que daba fondos con la casa de ella.
Había notado que el rotwailler que siempre estaba en el fondo de la casa (la hembra solía estar adelante en un lindo jardín) no estaba visible. No le di importancia y seguí con lo mío.
En algún momento escuché un grito que fue muy corto, y yo ocupado cuando miré no ví nada raro.
Al cabo de unos minutos, volví a escuchar pero está vez eran sonidos como de alguien haciendo un forcejeo
Había ubicado los sonidos, que venían de la casa de la Gringa, pero no veía nada en el patio
De pronto alcanzo a ver a través del ventanal de un ambiente que daba al fondo, a la ...

... Gringa arrodillada mirando sin ver, con la boca abierta de par en par, haciendo sonidos extraños mientras se hamacaba.
Seguí mirando, muy intrigado, mientras escuchaba ahora claramente gemidos y otros sonidos que hacía ella.
Ahí alcance a ver clarito al rotwailler montado a su espalda ¡Cojiendosela!
El perro le daba unas sacudidas muy fuertes y muy rápido, y en ese momento note que se la enterraba clavándole toda su pija haciendo acabar a la Gringa
Así estuvieron un rato en el que la Vi acabar tres veces más con el perro quieto (seguramente abotonado) hasta que se bajó y quiso irse.
Ella reaccionó teniéndolo y ahí ví el cuadro completo
Estaban abotonados con la verga del perro que por lo hinchada no le salía de la concha
Pasaron varios minutos hasta el perro logro sacar su pija que estaba enorme todavía y muy roja
La Gringa se sentó en una colcha en el piso, ví que llamo al perro, se hizo lamer la concha por un rato hasta que el perro la dejo para seguir lamiendo la parte de la pija que todavía no se había guardado.
Entendí porque no le conocíamos novio a la Gringa. Se la cojia el rotwailler, increíble
Era la primera vez que veía eso en vivo y a pocos metros de distancia.
Me parecía raro, pero me había calentado mucho
Bajé del techo pensando alguna estrategia para poder estar en el ambiente de la Gringa cuando se hacía cojer....
Quería sumarme a esa extraña historia