Marcela no lo esperaba
Fecha: 11/04/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Tus Relatos
Autor: Kelo1961, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Marcela hacia un tiempo que iba a masajes, ya que por malas posturas tenía contracturas en el cuerpo. Había encontrado un lugar que luego de recorrer varios, le pareció adecuado a su criterio y necesidad. Lo consultó con conocidos y tuvo buenas referencias. Acordó un calendario de tres veces por semana, que iría reduciendo la cantidad de días según su mejoría. El horario posible fue el último turno, ya trabajaba hasta tarde
Comenzó a ir, y realmente se sentía muy a gusto. No esperaba, la atención era buena y sentía una mejoría importante.
La atendía un moreno, colombiano, que le había ido contando que su abuelo había llegado de África y se instaló en Colombia. Ahí, había nacido su padre casado con una morena también, había nacido el y luego dos hermanas que seguían viviendo allá
Edgar, que es su nombre medía 1.80 o algo más, joven atlético de unos 30 anos, muy simpático y excelente profesional, siempre hablaba suave mientras le trabajaba las contracturas
Marcela tenía la rutina de llegar, cambiarse poniéndose una bata de tela fina y se recostaba en la camilla esperando que entre Edgar, quien esperaba el llamado de ella para entrar al cubículo.
El lugar era una casa dividida en cubículos de mamparas, dónde cabía la camilla. Una mesa pequeña con una lámpara de luz ámbar y un hornillo para aceite aromático, con el espacio justo para que Edgar pudiera rotar alrededor de la camilla haciendo su trabajo.
Siempre había un perfume suave, una música tranquila y a esa hora ...
... quedaban ellos solos siendo los últimos en salir
Marcela ya estaba genial, pero trataba de terminar las sesiones recomendadas para no volver a padecer dolor.
En ese tiempo, de tres habían pasado a dos y ahora ya era solo una sesión por semana que habían acordado extender unos minutos para que sea lo mejor posible.
Esa semana Marcela había cambiado el día para el viernes, ya que no pudo en la semana.
Llegó, se cambió y fue al cubículo, mientras se recostaba boca abajo dejando expuesta su espalda, lo llamó
- ¡Hola Marcela! ¿Cómo estás además de bella?
siempre era muy amable y ella había aceptado este trato de confianza.
- Dolorida Edgar, dijo ella. Hoy dame con todo porque sino voy a estar postrada el fin de semana
- Ja, ja, ja, siempre ocurrente tú. No paras jamás, pero igual voy a hacerte una sesión completa así quedas relajada
- Si, por favor dijo ella
El comenzó a frotar el aceite por la espalda y ella se relajó, poniendo un brazo debajo su cabeza, quedando el codo salido de la camilla
Cada vez que Edgar cambiaba de lugar, notaba que la verga de él, le tocaba el codo
En esa posición comenzó a sentir un cosquilleo y los masajes ya los sentía distinto
En cada pasada sentía que la pija se ponía más grande y se notaba la temperatura a través de la tela.
Los masajes se habían vuelto más intensos y le alcanzaba a rozar las tetas por los lados con los dedos. Ya era muy evidente que no le rozaba sino que le apoyaba la pija y la presionaba sobre el codo
Tomo la ...