1. HERMANOS SIN TABU 7. CLASES DE SEXO ANAL


    Fecha: 22/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... Lorena le comía el cuello a mi gemela, pues estaban más metidas en su rollo lésbico que en el mío. Alec se arrodilló hasta que su dura verga señaló la entrada de mi hermanita. Mamá le abrió las nalgas y escupió un poco en el anito rosado de ella. Antes de que la penetraran, nos dijo que sería importante primero usar los dedos para dilatar. Así, lentamente metió el anular en el huequito de su hija mientras que con cariño le acariciaba la cabeza con la otra mano. Estefy carraspeó y cerró los ojos. —Está muy apretado. Con razón le lastimó —observó mamá, concentrada en su labor. Ella no mostraba mucha cara de excitación. Más bien era como una profesora guiando un experimento. Después metió otro dedo y lo sacó rápido. Volvió a introducirlo lento y otra vez lo sacó rápido. —Mamita… —gimió Estefy. —¿Si, amor? —Me gusta. —Lo sé, cariño. Te gusta tener mis dedos en tu culo. Ah, mi hermosa bebé —casi creímos que mamá lloraría de amor maternal. Papá por otro lado se la estaba cascando como un simio en celo, y me llamaba con la mirada. —Ve… —dijo mamá mirándome con algo de coquetería —, yo me encargo. Gateé lentamente hasta papá. Él se quitó los pantalones y yo, como niña buena, empecé a tantear sus huevos con mi lengua. Eso arrancó un suspiro y más cuando la verga me entró a la boca. No era la primera vez que mamaba su polla pero traté de que así pareciera. —¡Auch! —gritó Estefy y la miré. Ahora mamá la estaba perforando el ano con tres dedos suyos, pequeños pero la pobre estaba en que ...
    ... se reía o disfrutaba. Para que la erección de Alec no se fuera, madre le chupaba la verga al tiempo que dedeaba a mi hermanita menor. Dejé de mamar un rato. Incluso Ángela y Lorena se detuvieron para ver cómo mamá acercaba el pene de su hijo al culo de su niña consentida. El anito de Estefy ya estaba dilatado, hermoso y profundo. La polla de Alec entró con algo de fricción. Mamá escupió un poco y dirigió la penetración. Mi hermanita soltó una lágrima cuando poco a poco ese falo de carne se empezó a internar en su culito rosado. Se mordió los labios y tensó la espalda. —Que entre toda —dijo mamá, cuidando que Estefy no se levantara. —Lorena, ayúdame. —Voy —dijo la novia de mi gemela y le ayudó a mantener las grandes nalgas de Estefy abiertas. —Duele…que la saque. —Dolerá más si la saca ahora. Despacio, Alec. Tranquila hija. —Me aprieta mucho —mencionó mi hermano. —Creo que ya sé que hacer —dijo mi papá y se fue con ellas. Puso su verga a la altura de la cara de Estefy y se la metió en su tierna boquita de labios rosados. Cuando la pequeña pervertida vio que su papá le ofrecía polla, empezó a mamar sin descaro y muy rápido para olvidarse del dolor que sentía por atrás. Ahora el pene de Alec estaba completamente enterito en el recto de mi adorada hermanita. —Sácalo despacio —ordenó mamá. Alec procedió a hacerlo, y cuando su verga se deslizaba hacia afuera, Estefy soltó a papá y gimió de gozo. —¡Qué rico! Mamá rió. —Lo mejor del sexo anal no es cuando el pene entra, sino cuando ...
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