1. Mi masajista


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... poco se le va poniendo dura y yo me abro la nalga que está arriba y él me la va metiendo. Lo que mas me costó en complacerlo fue, cuando iba a hacer de vientre, que lo hiciera parada y abriendo mis nalgas, dejando que él vea como me sale la materia fecal, eso fue lo que mas me costó, hasta que de tanto pedirme, lo hice y ahora si que hago todo lo que mi Sebastián me diga. Yo le digo mi amo y él sonriendo me dice esclava. Me dijo que le gustaría hacer un trío conmigo y otra mujer, que si no conozco a nadie de mi religión para hacerlo, la verdad que no me atrevo a preguntar nada de eso, por miedo que se entere mi esposo. Su hermana se que es separada, y en alguna ocasión escuche decir a mi marido que la habían repudiado por libertina, de echo mi esposo y su hermana no se hablan y yo tengo prohibido hablar con ella también, es la única que se me ocurre, pero me da mucho miedo hacerlo por lo que pueda pasar. Una tarde cuando viene Sebastián a casa, después de haber terminado su día de trabajo, sacó unos juguetes, yo cuando vi eso, me empecé a reír nerviosa, "cariño, que vas a hacer con eso?", le dije mientras me desnudaba, "para jugar con vos", me dijo, haciendo que me acueste en la cama, abriendo mis piernas y metiendo su cara entre mis piernas y chupando mi coño. Sebastián sabe muy bien como hacer que yo me doblegue enseguida a sus pedidos, sabe muy bien como manejarme, mejor que mi marido. Al rato de estar chupando mi coño, ya me estaba metiendo uno de esos juguetes en mi ...
    ... vagina, haciendo que me retuerza de placer y gima como una loca, así como estaba, con ese juguete metido en mi coño, me levanta las piernas y me empieza a lamer los pies y a meter su polla por mi ano, era la primera vez en mi vida que tenía metida dos cosas a la vez en mis agujeros. Solo podía gemir, mover mi cabeza de un lado a otro, era tanto el placer que no podía hablar. Sebastián descubrió que uno de los lugares que mas me excito es lamer mis pies, mordisquear los dedos mientras su polla no deja de salir y entrar de mi ano, hasta que hace que tenga unos tremendos orgasmos, pierdo la conciencia, me orino, quedo temblando en la cama de tanto placer. Dos días antes de que regrese mi marido y mi hijo de vacaciones, me hace hablar con mi cuñada y le dije que venga a casa a comer conmigo y conocer su nuevo sobrino. Cuando llegó, yo temblaba de pies a cabeza, nos pusimos a hablar y ella me contó que había dejado a su marido porque este le pegaba mucho y abusaba en todo sentido de ella, que su única promiscuidad había sido decirle a su marido que no lo deseaba, que no disfrutaba en la cama con él, cosa que su marido le dio tremenda paliza y ella tuvo que salir huyendo de su casa para que no la mate. Eso me dio la confianza de decirle que yo tengo un amante, que es un hombre no musulmán, que fue el que me enseño a disfrutar del sexo, al punto tal, que me bajé mi ropa y le deje ver mi ano lo abierto que lo tengo. Fátima, que así se llama mi cuñada, me dijo que jamás había echo nada ...
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