1. Carlos y Rubén....que rico


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Gays Autor: Ernesta, Fuente: SexoSinTabues

    ... un trozo de hielo, me gusta, lo siento al máximo, comienza a moverse suavemente, mi hermano no dice nada, no se queja, pero pronto se mueve rápido, comenzamos a disfrutar me quejo y pido más, él gime sobre mi cuello, es muy rico, siento mi poto arder, la calentura ha comenzado a desbordarme también, de pronto para y sale, me lanzo de un salto al piso, me pongo de rodillas y comienzo a chuparles el pico a ambos, son muy ricos sus penes, qué delicia Carlos me acuesta sobre el suelo, se monta sobre mí y me culea, se mueve muy rápido, es indescriptible lo que siento, mi calentura está al máximo, el Carlos sale de mí, Rubén me toma de la mano y me coloca contra un mueble, apoyo mis manos ahí, separo las piernas y mi culo queda a su altura me lo mete sin contemplaciones esta vez, se mueve rico, guau como lo disfruto, lo saca, me obliga a chupárselo, mi primo me toma de la mano y me lanza sobre la cama, pone mis piernas sobre sus hombros y me penetra, por su altura logra llegar hasta mis labios, nos besamos, movemos nuestras lenguas casi con desesperación, mientras sus movimientos logran llegar al final de mi cueva y producir un gran placer, luego se acuesta en la cama, me coloco boca abajo para chuparle el pico y el Rubén me monta, estoy demasiado caliente, mi hoyo ha sido roto definitivamente, dilatado al máximo, ya no solo espera, también exige que alguno de ellos meta su trozo de carne dura, lo necesito mucho, en estas ocasiones es cuando lamento no tener vagina, que ...
    ... apetecible es la idea de poder ser penetrada por dos inmensos bastones de caramelo, el Carlos me obligaba a chuparle el pico, me lo metía sin miramientos, sin sentimientos de culpa, quería violentarme, hacer sentir su condición de macho dominante y lo estaba logrando, mientras Rubén, mi hermano, se gozaba mi culo de manera imparable, parecía un resorte o un balón rebotando cuando tocaba el final de mi poto, si hubiera podido reventarme las entrañas lo hacía, yo, una puta gratuita Me sentía en la plenitud, dos pichulas grandes y duras para mí, así estaban porque me deseaban, podrían llamarme maraca o maricón, pero esta maraca, este maricón, los traía locos, este culo de niña en cuerpo de hombre los excitaba hasta el delirio, sentían tan rico como sentía yo, mis parientes no paraban de culearme, se turnaban, un rato cada uno en mi culo o en mi boca, la lujuria podía olerse desde lejos, el sexo nos dominaba a voluntad y dejaba sus rastros en el aire de aquella habitación, yo le pertenecía a Carlos de la manera en que él quisiera, lo que estábamos viviendo lo demostraba, puso a mi hermano en mi cama y en mi poto, se lo agradecía gimiendo, ahogándome con su pene, pidiendo más y más, la vergüenza que sentía al principio se desvaneció, apenas mi hermano termino de meterme su inmenso miembro, ahora no tenía problemas de conciencia, me gustaba mucho, como se movía y tener el pico de mi hombre en la boca me calentaba mucho más, mi primo me tomó la cabeza con brusquedad, casi logra que su pene ...