María del Carmen y Mónica, noche de bodas y sexo salvaje
Fecha: 25/07/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: Estela Barilla, Fuente: CuentoRelatos
... pronto, la explosión. Carmen no pudo más, agarró a Mónica, le levantó el pelo largo y le desabrochó el corpiño. Mónica, loca de sexo, vio como sus súper tetas se iban para adelante y Carmen se las exprimió como naranjas, mientras Moni le sacaba el corpiño a su amiga y se aprestaba a quitarse el resto. Las dos empezaron a juguetear mientras tomaban y tomaban y se daban con polvo. Alimentadas, cada vez más locas, excitadas y ya borrachas, ni se dieron cuenta de que estaban casi desnudas. Mónica se sacó sus medias eróticas y Carmen le quitó las portaligas, y Moni le quitó lo suyo. Carmen se sacó rapidísima su bombacha y le exigió a Mónica, mientras la sujetaba y le apretaba las gomas y todo, que se pusiera en pelotas. Mónica se hizo rogar, puta, loca, sacadita, se evadió y bailó, se escondió hasta que Carmen la acorraló contra una pared de la pieza. Y Mónica, despacito para que su esposa explotara, se sacó la bombacha fina y la revoleó con bailecito y sensualidad a la mierda.
Y ahí empezó la guerra. Carmen y Mónica se trenzaron en ocho horas de sexo salvaje. Carmencita la apretujó y aplastó a Moni contra la pared, y luego de manosearla y exprimirla a su gusto, le ordenó ponerse en posición. Mónica se puso en cuatro en la cama, y Carmen, tras vendarle los ojos, la untó con cremita y abrió su cartera. Mónica se mojó toda por oír el cierre de la cartera, y Carmen, furiosa por el olorcito a crema y la belleza y sensualidad de Moni, se le zambulló con brutalidad y tras meterle ...
... de una el salchichón largo de plástico, de unos 20 cm, la violó sin asco y con furia por vagina. Moni gritaba como loca mientras su novia le daba durísimo, y al final, las dos mujeres acabaron terrible flujo bañando su vagina, la cama y su cuerpo. Carmen aprovechó ver a Moni cansadita de la primera batalla, la dio vuelta y la cogió por cola, ambas vías, le dio tubitos con semen en la boca, la hizo masturbar y tragó el flujo de Mónica, que luego hizo lo mismo con ella. Mientras, las dos tomaban y tomaban, borrachas y totalmente idas por el alcohol y el polvito que aspiraban. Así se dieron y dieron nomás, Carmen la violó y vejó a Mónica con vibradores, salchichón, lápiz de labios, pincel de rubor, las llaves, le metió sus manos en sus orificios y la obligó a que la violara. Mónica obedeció, excitadísima, le metió las manos en todos lados, le estimuló el clítoris y Carmen acabó dándole su líquido a Mónica, que tragó jadeando, loca de sexo y placer. Así rodaron, rodaron, se enzarzaron, se dieron como locas, enloquecidas con su belleza, tetas, cuerpo, aroma a crema y borrachera. Carmen fue un trueno, Mónica era un fuego ardiendo de placer excitadísima, gritando como perra por cada penetración y vejada de su flamante esposa.
Y para rematar, Carmen la sorprendió. “Mi amor, éste es mi regalo de casamiento para mi dulce Moni”. Y cuando Mónica preguntó de qué se trataba, su mujer le tapó de nuevo los ojos, le pidió que estuviera quietita y paciente, abrió una vez más la cartera, la ...