1. Una violación consentida.


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Era un sábado a la siesta. Daniel,el albañil, estaba trabajando desde temprano en la galería. Como hacía mucho calor estaba bebiendo cerveza. Con Laura, mi esposa , estábamos acostados sin dormir. Ella me dijo que iba a controlar al albañil porque no escuchaba ruidos por lo que era de imaginar,no estaba trabajando. Se puso una pollera corta y una musculosa y salió apresuradamente. Escuchaba que mi mujer intercambiava conversación con Daniel pero no alcanzaba a entender. Luego se hizo un silencio prolongado, y de pronto oí murmullos en voz alta como si estubieran discutiendo. Me levanté urgente de la cama y por entre las ranuras de la persiana, ví que mi esposa forcejeaba con el albañil. Él la tenía abrazada con una mano por la cintura y con la otra le levantaba su pollera y le tocaba la entrepierna. Laura trataba de evitarlo pero sin lograrlo. Estaba a punto de salir para ir en defensa de mi mujer, justo que ella bajaba los brazos en señal de rendición . Entonces decidí ver que sucedía sin que ellos se dieran cuenta que yo los obserbava. Laura ya no ofrecía resistencia y permitió que Daniel continuara manoseandola. Él le acariciaba su intimidad por encima de la tanguita mientras la apretaba con el otro brazo contra su cuerpo. Ella por su actitud estaba muy exitada. No solo se dejó que la abrazara, sino que separó un poco las piernas para facilitar el 'trabajo' del albañil. Daniel al darse cuenta que ella aceptaba sus avances, metió un dedo por debajo de la tanga y le ...
    ... frotaba el clítoris. Laura tubo que abrazarlo por el cuello para no caerse. Le temblaban las piernas. Tubo un fuerte orgasmo que casi se cae. El albañil continuó con su dedo acariciando los labios de su concha, hasta que escuché que mi mujer dió un gritito y se mordía los labios de la boca. Volvió a experimentar otro orgasmo que la dejó mareada. Se sentó agotada en una silla que había en el lugar. Entonces el albañil se paro frente a ella y metió una mano en su bragueta y sacó una pija bestial. Comparada con la mía, me duplicaba. Sobre todo era gruesa. Mi esposa quedó con la boca abierta y asustada por el tamaño del miembro que tenía a centímetros de su cara. La miró con curiosidad sin pronunciar palabra. Luego tímidamente con una mano comenzó a acariciarla,hasta que se relajó . Abrió lo mas que pudo su boca y logró tragarse la cabecita. Daniel muy caliente,agarrando con sus manos la nuca de mi esposa, empezó a moverse. Laura hacía arcadas cada vez que él presionaba su pija contra su garganta. No le calzaba toda adentro. Se la chupó varios minutos. Despues le pidió a mi mujer que se sacara la bombachita sin quitarse la pollera y tiró una campera en el piso,haciendola poner de cuatro patas. Él se arrodilló por atrás y tomandose firme de la cintura de ella, y aprovechando que mi esposa estaba bien lubricada por sus propios jugos,la empaló de un solo envión. Laura pegó un grito de dolor pero se las aguantó. Daniel poco le importó si a mi mujer le dolía o nó. La penetraba casi con ...
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