1. El capitán y la soldado viciosa...


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... recluta, y que la única polla a la que debes acudir es a la mía. Hoy vas a aprender quien manda aquí."
    
    - "Zasss...", un nuevo azote, mas fuerte.
    
    - "Zasss...", otro gemido salió de la boca de aquella muchacha, que extrañamente comenzaba a excitarle aquel castigo.
    
    Curiosamente, después de una nueva tanda de 4 azotes, el capitán pasó su mano, suavemente, por su el culo de su novata, acariciándolo, y dirigiéndose sutilmente a su entrepierna, acariciando, por encima de la braguita, el conejito de la soldado.
    
    - "Súbete la camiseta, recluta, y el sujetador. Quiero ver lo que hay ahí debajo.".
    
    Ella, aún en estado de shock, obedeció, y mostró rápidamente sus hermosos pechos, grandes y firmes. Su superior, tras pellizcar sus pezones, ya duros, volvió a colocarla apoyada en la mesa, y a dejarla a su merced, para continuar con su castigo.
    
    Tras otros 10 azotes, el capitán se acercó a un armario, de donde extrajo un plug anal que guardaba para ocasiones como esta. Sin mediar ni una palabra, y tras escupir en su culo, introdujo el plug hasta el fondo en el culo de la muchacha, que lanzó un gemido, mitad placer, y mitad dolor, que trajo una sonrisa a la boca del Domine.
    
    - "Zasss...", otro azote mas.
    
    - "Zasss..., Zasss..., Zasss...,", continuó el castigo.
    
    Al final fueron 40 azotes, repartidos entre sus dos nalgas, y acompañados siempre de algún que otro pellizco en los pezones, y de caricias en el culo y en el chochito de la recluta. A esa altura de la reunión, ...
    ... con el plug metido en el culo, las nalgas rojas, los pezones calientes y su coñito mojado, la chica ya estaba cachonda perdida. Nunca la habían azotado, y le resultaba muy erótico.
    
    Tras descansar unos segundos, su superior se dirigió otra vez a su armario, de donde sacó un consolador gigante, de un tamaño que nunca había visto ella. Apartando un poquito la braguita mojada de la recluta, introdujo sin miramientos el falo de plástico en el coñito de la muchacha, que no puedo evitar soltar un grito de placer. Era la primera vez que la follaban por los dos agujeritos a la vez, y estaba tremendamente excitada.
    
    Fue entonces cuando el Capitán comenzó a masturbar, sin piedad a la chiquilla. Aquello era una especie de coreografía, en la que se sucedían las penetraciones anales y vaginales, los pellizcos en los pezones, las caricias, y los azotes. El enorme consolador entraba y salia de su coñito con fuerza y con ritmo, llevándola hasta el éxtasis y mojándola como ella no recordaba. El plug del culito se movía a buen ritmo, provocando un leve dolor que se convertía en placer acompañado del resto de 'castigos'. Sus pezones, duros e irritados, seguían aguantando los pellizcos del Domine, y sus nalgas, enrojecidas e irritadas, seguían siendo azotados por aquel hombre.
    
    No tardó mucho la pobre en llegar al orgasmo, excitada perdida y dominada por aquel hombre. El orgasmo fue de los más intensos que ella recordaba, y sus gemidos eran igual de fuertes. Aún jadeaba de placer, cuando ...