Mi primera vez con una escort - Relatos Eróticos

Mi primera vez con una escort

... parecía como si quisiera comerse todo mi ser.  Acto seguido se paró y la volví a besar, ella se trepó en mi y su ligero peso me permitió acercarle mi verga humeda en su vagina. Ahí colgada de mi cuello me pidió que le escupiera la mano lo cual hice un poco sorprendido y me pidió más saliva en la palma de su mano la cuál bajo con cuidado de no derramarla y la llevó a su vagina para lubricarse. Esa acción me prendió bastante, y la penetré  ahí colgada de mi.

Su expresión, (aunque no se si fué real o parte del contrato que teníamos) abrió los ojos al sentirme dentro de ella y al empezar a embestirla me decia cosas al oído que me exitaban más y más. Cosas como "hacia rato que no me cogían con ganas cabroncito" o "me vas a romper la pepa cabron".  

Ella pidió cambiar la posición para presumir sus nalgas postizas, las cuales al ponerse en cuatro, lucían bastante bien. Me pidió que la nalgueara, primero fue un par pero ella siguió pidiéndome que aumentará la intencidad de cada nalgada. No sé cuántas le di, pero la mano ya me dolía y sus nalgas estaban rojisimas y su vagina chorreaba  lo cual me puso aún más caliente. Le metí de nuevo la verga y sus gemidos oh por dios sus gemidos, eran tan fuertes que yo creo se ...

... escuaban hasta la calle,  la volví a acomodar para seguir embistiendo ese culo de plástico tan fuerte como podía. Hasta que llegué al clímax dejando ir mi semen por el condón. 

Al descargarme ella me pidió que le dejara mi verga adentro un rato para seguir sintiéndome.

Después de un rato y que ella siguiera dándose placer con mi verga cada vez mas flácida, me dijo que ya lo sacará. Tomé el condón desde la base de mi miembro y con cuidado lo saqué. 

Ya habían pasado 2.30 horas después de todo ese cachondeo, mamadas y embestidas. Ella parecía muy relajada al acostarse a mi lado. 

En ese momento, después de la calentura me empezaron a llegar los remordimientos y preocupaciones por lo que acababa de hacer. Ella intentó darme un masaje pero al ver en mi teléfono varias llamadas perdidas de la en ese entonces mi novia , le pedí que se fuera, ella había notado mi preocupación y me dijo " te sientes mal verdad?" A lo que asentí, ella se visitó rápidamente y le dió un poco de risa, antes de irse me dió una propaganda de un grupo religioso de lectura y estudio de la biblia. Del cual era coordinadora. 

Ya han pasado muchos años de eso y he de confesar que esa experiencia es recurrente en mis sueños húmedos.