1. El día que la fantasía se hizo realidad (parte 2 de 2)


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Anónimo888, Fuente: CuentoRelatos

    ... las copas de la mesa y se dirigió a la sala, sirvió el vino ellas hicieron una pausa para brindar con él. "Ten paciencia", le comentó Laura, "en un momento más estaremos contigo, mientras tanto siéntate ahí y disfruta el show", complementó Mónica señalando al sillón justo enfrente de ellas.
    
    Laura se encontraba recargada por completo en el sillón, mientras que Mónica estaba parada frente a ella y al tiempo que la besaba, le desabrochaba la blusa y el brasiere para exponer sus lindos senos. Laura tenía unos senos suaves, algo pequeños para las fantasías de Mario, pero preciosos para él en la realidad. Mientras que Mónica se inclinada a recorrerlos con su boca, esta puso su trasero al alcance de Mario, él se levantó y metió las manos debajo del vestido para subirlas por las piernas de la amante de su esposa, llego hasta las nalgas y siguió el contorno de la ropa interior de ella metiendo su mano por la entrepierna, en donde, a través del encaje, podía sentir la humedad de su excitación. Ella volteó y le dijo "Muchacho travieso, ten paciencia...", le quito las manos, y se levantó, acercándose a Laura que se levantó y le desabotono el vestido para después dejarlo caer al suelo.
    
    Cuando ella volteo a ver la expresión de Mario, él pudo notar los pezones marcados a través del brasiere de encaje blanco que el día anterior le habían quitado el sueño. Eran obscuros, más que su piel morena bronceada, como chocolates, que deseaba saborear. Ella le sonrió, y sin aparente explicación, ...
    ... el brasiere cayó al suelo también, desvelando el misterio que rodeaba a los senos de la amiga de su esposa. Se veían deliciosos, y no podía esperar el momento tenerlos en su boca. Extendió la mano para tomarlos, pero ella lo detuvo.... "Ya falta poco", le dijo, mientras volteaba para enfocar su esfuerzo de nuevo a Laura, quien para entonces ya se había retirado toda la ropa excepto la tanga negra semi transparente que dejaba ver el estilizado vello de su pubis. Mónica y Laura, ya desnudas por completo continuaron acariciándose y besándose por lo que pareció una eternidad para Mario, que hervía en el deseo al seguir observando e imaginar lo que seguiría para los tres. Él también se retiró la ropa, su mano, y comenzó a jugar con su pene. Laura se acercó a chupar los senos de Mónica, que levantó la cadera, para acomodarla frente a la de su amiga. Se apretaron una contra la otra y gimieron al sentir el contacto de los labios de sus vaginas entre sí. Mientras se besaban, comenzaron a mover sus caderas, al principio delicadamente mientras se besaban suavemente y después con fuerza, echando los torsos hacia atrás para acercar más sus caderas. Mario no podía imagina una escena más excitante que esa, las expresiones de "Ah!" que salían de sus bocas, el sonido de la humedad de sus vulvas al rozarse, la vista de los senos de ambas rebotando por la fuerza de sus movimientos. Cada vez era más fuerte y Mario podría tener un orgasmo en cualquier momento con solo mirar esa escena que sabía ...