1. Sexo casual en la CDMX


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... empecé a comer, inmediatamente me doy cuenta del sabor a sexo, a fresa, a condón eso me excitó más, no se había limpiado nada. Me puse otro condón y me lo culee otro ratito. Se escuchaba el golpeteo de su culo con mi pelvis pero no me importó. Rodrigo estaba súper dilatado, así que le sacaba toda la verga de golpe y se la volvía a ensartar con ganas, una y otra vez, de pronto sin pensarlo y controlado por mi lado perverso y morboso al sacarle la verga, con la mano derecha me quité el condón de golpe y se la dejé ir toda con el ritmo que llevábamos, casi me vengo, soy uncut y cuando entró sentí como se me descubría la verga y se me volvía a encapuchar con el vaivén. Disfrutaba de cada embestida, me daba muchísimo morbo el pensar que me lo está cogiendo a pelo y el sin saberlo, está todo muy obscuro, cambiamos de posición, él se subió a la lavadora y yo sé la clavé en el filito viéndome de frente, estaba todo sudado y yo también. Ya no aguantaba más, Rodrigo incluso empezó a gemir, no tuve más remedio que taparle la boca y cogérmelo aún más rápido, vi sus ojos y supe que iba a terminar, eso me calentó y también me vine, nos venimos los dos al mismo tiempo, solo ...
    ... que yo por segunda vez esa noche. Sentía como me apretaba la verga con su culo a mil por hora por su orgasmo. Despacio le saqué la verga y escuché claramente como cayó leche al piso. No lo podía dejar así, me iba a matar si se daba cuenta, qué tal que le contaba todo a Juan por pasarme de cabrón, se me a aceleró el pulso al mil, así que no me quedó de otra y así como lo tenía bajé a comerle el culo, no se lo esperaba, se acostó en la lavadora a disfrutar mientras tanto yo trataba de no tomarle sabor a mi propio semen, se me revolvió hasta el estomago, después de unos segundos, cuál fue mi sorpresa, se me empezó a parar otra vez y el asco se convirtió en deseo, sin darme cuenta me lo estaba devorando, se retorcía de placer, yo había terminado, su culo estaba limpiecito. No podía más, se me cerraban los ojos, cada uno se fue a su habitación, no sin antes despedirnos. Me metí a la cama y Juan se me puso encima y me da un beso, quiere acción, pero yo ya me vine 2 veces. Así que apliqué la suya, le dije que estaba muy cansado y qué mejor otro día. A la mañana siguiente nos levantamos, dejamos el departamento, las llaves con el portero y no volví a saber de Rodrigo. Fin. 
«123»