Mi Novia probando verga de otro y yo viendo - Relatos Eróticos

Mi Novia probando verga de otro y yo viendo

Deseo compartir una experiencia que sucedió ya hace tiempo allá por los años 90´s. En esos días yo tenía unos 23 años al igual que la chica que en es entonces era mi novia, bueno así se acostumbraba a decir en esos años.
Ya llevaba tiempo de relación con ella, a quien llamaré Julieta, y por lo tanto nuestras sesiones de sexo eran muy intensas. Respecto a nuestros fisicos les cuento que pues eran acordes a los jóvenes de nuestra época. en ese tiempo no había gente que hiera zumba o sea fit. Pero no por eso significaba que no hubiera cuerpazos. Bueno el mío no ja ja ja. Yo era delgado alto y moreno claro. Julieta era llenita, piernudita y su piel era aperlada. Con sus respectivos par de tetas medianas pero suculentas. Casi todos los fines de semana,  por ese motivo de sus tetas y panochita sabrosas nos encerrábamos en algún motel para dar rienda suelta a nuestros instintos. Al principio resultaban muy placenteros pero la que se empezó a aburrir fue ella. Obvio algo fallaba, la rutina tal vez etc. 
Casi no salíamos a fiestas las pocas fiestas a las que íbamos terminábamos haciendo el amor. Pero llegó ese día en que la rutina nos atrapó.
Cuando comenzamos jueguitos de fantasías y cambios de personalidad como que se empezó a reavivar nuestra pasión. Por ese entonces no teníamos interés de matrimonio solo deseábamos gozar de nuestros jóvenes cuerpos. El hecho que la fantasía de estar con un tercero se empezó a hacer muy recurrente. Yo la verdad estaba decidido a llevar a la ...

... realidad la fantasía de un trío, primero con alguien del sexo masculino. Y después con alguien del sexo femenino, obviamente mi intensión era de invitar a una amiga de Julieta que me gustaba mucho ya que tenia un hermoso par de nalgas grandes y caderas anchas. Aceptaba el precio de que ella gozara primero con otro para yo después persuadirla para que hiciéramos algo con su amiga, quien no era ajena a mi atracción de mi hacia ella.
Con todo este preámbulo  y datos tal vez innecesarios doy inicio al anécdota en cuestión.
Resulta que un sábado nos invitaron a una fiesta, de la cual su amiga que me gustaba mucho asistió. Con ella, la llamaré Sandra, no pasó nada. Pero resulta que ya nos teníamos que ir porque era algo tarde. Yo debía trabajar en domingo y no deseaba dejar a Julieta  sola, ya que según lo que platicábamos ella usó como pretexto eso, para estar coqueteando con algunos amigos de su trabajo. La fiesta era informal pero esa noche Julieta se vistió muy hermosa y llamaba la atención, su vestido era de falda un poco arriba de las rodillas, llevaba tacones altos su escote era algo discreto pero como casi no se vestía asi a todos nos llamo la atención. Sus piernas resaltaban con los zapatos de tacón alto. se veía muy cogible. Sentía celos aunque yo deseaba que pasara algo así. No obstante terminó por irse conmigo, ya sus dudas a cerca de mi respecto a serle fiel siempre estaban latentes. Las desconfianzas son los asesinos de el amor liberal, y la noche de ése sábado logré ...