1. Por curioso terminó torturado.


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Sumiso15100, Fuente: SexoSinTabues

    ... gustó. Mi voz sonaba entrecortada, sabía que estaba a nada de llorar pero solo me gané otra cachetada y las lagrimas se hicieron presentes. A la mala me abrió la boca y dejó caer su orina en mi boca para con su mano libre tapármela. Intenté quitarlo pero era inútil. Intentaba escupir pero solo se filtraba muy poco de entre sus labios. Al final tuve que tragar todo y las arcadas me invadieron. El me soltó y traté de vomitar pero al estar en ayunas, otras cosa que él me pidió, no pude vomitar nada. —Eso les pasa las putas mentirosas como tú—Y el resto de su orina cayó sobre mi cabello haciéndome sentir asqueroso y nauseabundo. Pensé que al verme llorar me iba a dejar ir, pero no fue así. Había caído en las garras de un sádico, y en sus propias palabras pedófilo, Tuve la suerte de que me dejó bañarme, en teoría por qué solo me cayó agua de la regadera, solo por qué no quería apestar su colcha. Cuando me sacó del cabello de nuevo yo aun seguía llorando. Tomó un mecate, de esos que usan para colgar ropa, y amarró mis manos a la espalda algo apretado. Y déjenme decirles que esas cosas raspan y lastiman mucho. —¿Querías probar? Ahora no te vas sin probar— Me amenazó y tomó de su escritorio una cuchara de madera. De esas grandes que suelen usar para cocinar. Con ella comenzó a azotar mis glúteos. Mi cuerpo luchaba por quitarse pero era inútil. Los primeros golpes logré aguantarlos. No supe en que numero de golpe iba cuando comencé a gritar con fuerza y ...
    ... a pedir piedad. Mis nalgas me ardían a más no poder, gritaba en cada golpe y sentía un horrible dolor acompañado del ardor. Pero el seguía azotando y maldiciéndome con cada golpe. —Ahora tenemos que medir tu culo— Dijo eso y se marchó para regresar con una escoba de plástico. Yo seguía llorando y pidiendo piedad pero parecía que eso lo enojaba más o le calentaba. Por qué cuando se enojaba me metía dos cachetadas y tiraba de mi cabello. Le puso un condón al palo de plástico de la escoba y lo acercó a mi ano, a pesar de que luche por evitarlo. Cuando introdujo un poco de ese palto me quejé. Me sentía humillado y no sentía calentura como para disfrutarlo, pero no me lastimaba. Solo me incomodaba. Mientras iba metiéndolo fue que la sensación de ir al baño creció y continué con mis quejidos. Hasta que empujó con tanta fuerza que no se cuanto entró, solo se que tocó algo dentro de mi que me hizo gritar desesperadamente. Por un segundo mi rostro se tornó rojo y me quedé sin habla. —Ahí está tu medida— Dijo de la manera más burlona posible y comenzó a penetrarme con el palo de escoba de una manera ruda. Ya no lo metía a fondo como lo hizo anteriormente, pero aun así me dolía mucho y me lastimaba que yo no podía parar de llorar. Y para mi sorpresa, esa solo era una de las tantas cosas que me iba a hacer esos días. Si gustan que suba las otras partes de este relato me gustaría que me lo hicieran saber. Lamento si toqué la sensibilidad de alguno de ustedes. 
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