1. POQUI -II-


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    POQUI –II-
    
    ¿Puedo quedarme con vosotros?
    
    Miguel prácticamente se abalanzó sobre mi estrechando mi cuerpo entre sus brazos mientras me mordía en el cuello hasta hacerme sangre y Ruben tiraba para abajo mi bañador tanga, quedando al descubierto mi s atractivas nalgas y un espigado rabo en completa erección, goteante de líquido seminal…
    
    Apenas sentía dolo por el mordisco que incluso me gustaba, mientras apretaba y apretaba al mismo tiempo que agarraba mi miembro con especial dulzura iniciando un suave movimiento y Ruben se colocaba detrás apoyando su falo contra un ano palpitante.
    
    Tenía un miembro muy duro y afilado, sin ningún vello, que parecía tener un conocimiento muy experimentado en penetraciones, tanto por su forma puntiaguda, que con ayuda de mi cuerpo lubrificado con aceite de coco solar, estaba centímetro a centímetro taladrándome sin piedad.
    
    La lengua de Miguel ahorita penetraba también con lujuria en mi boca, mientras su mano resolvía lentamente el anhelo de mi pene, ahora estimulado por la penetración que me hacía Ruben, estando los tres de pie.
    
    Me empujan con suavidad a la cama, colocándome de lado en posición con el culo en pompa hacia un Rube que ya la había metido hasta la mitad de sus 20 cm. Y parecía no ...
    ... tener prisa por llegar al final.
    
    Miguel había cojido mi rabo con sus labios que rodeaban mi glande, mientras que su “amorcito” sustituía su mano por la suya en un pajeo espectacular.
    
    Los movimientos de Ruben tenían una cadencia asombrosa, tan pronto con una lentitud desesperante, como seguido de una penetración a fondo, y poniendo su boca junto a mi oreja me dice: Quiero darte un regalo especial que estoy seguro te gustará y luego nos bañaremos juntos…
    
    Mientras decía esto, yo sentía como hundía en mis entrañas un licor caliente que era orina, lo que en lugar de producirme asco, producía unas contracciones en mi esfínter mientras su movimiento consistente me producía un placer desconocido.
    
    La boca de Miguel se había tragado por completo mi miembro, mientras que seguidas sacudidas de Ruben, acompañadas por incisivos ataques de su miembro introducido hasta el fondo, iniciaban una segunda descarga, de esperma esta vez, que resbalaba por mis muslos al mismo tiempo que yo me corría en la boca de Miguel.
    
    Pero parece que no habíamos terminado, porque mi joven, ya amigo, necesitaba mas penetrando de nuevo a un Miguel que suspiraba frenético y al que yo masturbaba al mismo tiempo.
    
    Luego nos fuimos al baño, nos relajaríamos y después…. 
«1»