1. En el servicio social se aprende mucho


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Incesto Autor: rebecamayo, Fuente: CuentoRelatos

    ... ninguna hacía por quedarse, pero yo ya tenía mi plan armado (y creo que ellos también) y en cuanto se iban me llamaban a la oficina de alguno de los dos y nos pasábamos un rato platicando de muchas cosas, así les fui diciendo muchas cosas de mi hasta que comenzaron a hacer insinuaciones referentes al sexo y confesé que ya no era virgen, pero que era así como que muy recatadita (como no) y así hasta que un día el gerente me llamo y me dijo que necesitaba que me quedara esa tarde para que le ayudara con algunas cosas, acepté y en cuanto me di la vuelta me acaricio una de mis nalgas sobre la falda, cosa que se fue haciendo común, en ocasiones me arme de valor y le llegue a tocar la verga encima del pantalón, la verdad es que yo disfrutaba esa situación y más de tres veces regrese a la casa con mi calzoncito húmedo y ganas de masturbarme.
    
    Así transcurrían los días y otra cosa que yo iba notando era que cada vez que me encontraba al gerente y al de recursos humanos ambos como que se decían algo entre ellos y no dejaban de verme, era algo que me intrigaba, pero a la vez me gustaba; un buen día ya cuando mis compañeras se habían ido me llamo el gerente a su oficina y me pidió que me sentara porque quería comentarme unas cosas, así lo hice y esa vez llevaba una falda un tanto más corta de lo habitual y cuando me senté se me subió mostrando una buena porción de mis piernas cosa que no pasó desapercibida para él, pues no quitaba su mirada de mi entrepierna, pero no hice nada para ...
    ... impedirlo tampoco y entre que me comentaba cosas de un trabajo que quería que hiciera me seguía mirando como tratando de ver algo mas y le concedí el deseo por que abrí un poco más mis piernas y ya podía ver un poco de mi calzoncito azul y en un momento se levantó de su sillón y pude notar con agrado que se le notaba una rica erección (para mis adentros me felicite), paso por mi lado diciéndome que lo esperara y siguió hasta la puerta de su oficina, salido de ella y regreso en cuestión de segundos, yo no entendí de que se trató, pero espere ahí tal como me había pedido, escuche cuando puso el seguro de la puerta y en automático mi corazón se aceleró, sabía que algo iba a pasar y no me equivoqué, algo de lo que siempre me ha gustado de su oficina es la vista que tiene hacia la avenida Paseo de la Reforma (una de las principales de la ciudad de México), le pregunte si me podía asomar a la ventana, asintió y me puse a mirar dándole la espalda en ese momento, unos segundos después sentí que se acercaba, pero no voltee, sentí como sus manos se posaron en mi cintura mientras me preguntaba cómo estaba el tráfico en la avenida ya lo hacía con su aliento bien pegado a mi nuca haciendo que mi piel se erizara, luego sus manos ya estaban en mis nalguitas, acariciándolas, apretándolas y logrando que me mojara bastante.
    
    Después con sus grandes manos me tomo los senos sobre mi blusa y mi bra, pero cuando los apretó pudo sentir con toda claridad que mis pezones ya estaba bien paraditos y ...