Por caliente - Relatos Eróticos

Por caliente

... inundó mi boca y me apresuré a tomármela toda y limpiar su pene con mi lengua hasta dejarlo bien limpio, el se sentó en el sofá y yo me dirigí al baño a lavarme la cara, regrese y me senté junto a el, me abrazó y nos besamos apasionadamente, acariciando mis senos y mi vagina, su pene comenzó a tomar fuerza, y mas con mis caricias, cuando vi que estaba casi duro, le di un chupetón para que terminara de ponerse a punto y me senté sobre el acomodando su pene a la entrada de mi vagina, que me fui clavando poco a poco, cuando estaba adentro comencé a moverme como loca, el acariciaba mis senos que saltaban al ritmo del movimiento de mis caderas, después de un rato cabalgando de frente a el, me di la vuelta y me volví a clavar su pene y apoyé mis manos en sus rodillas volviendo a mi movimiento de cadera sobre ese gran pene que me daba mucho placer, el con sus manos acariciaba mi culo y metía un poco su dedo en el, cuando sentí que me levantaba, me pare y me trambucó en el sofá para ponerme en cuatro patas, yo me coloque a lo largo del sofá y el se hincó en el sofá para penetrar mi vagina, agarrándome de las caderas como si fueran maniguetas y ...

... empezó a darme bien duro, sentía su pene hasta el tope de mi vagina, yo estaba gozando al máximo, pero quería aún más y le dije.

- No vayas a terminar ahí, quiero que me la metas por el culo y termines ahí.

El sacó su pene y lo enfiló hacia mi culo y empezó a empujar, metió la punta y se detuvo, como esperando a que me quejara, pero mi culo estaba acostumbrado a ese trato, al ver que no había rechazo, lo empujó todo, comenzando con un delicioso vaivén, los dos gozábamos al máximo, cuando se abrió la puerta y un grito nos hiso separarnos.

- ¡RAFAEL! ¿QUE ESTAS HACIENDO? – Era Magda, que entraba a mi departamento con sus llaves que tenia cuando vivía conmigo.

Inmediatamente se dio la vuelta y se fue llorando, Rafa se vistió apresuradamente y salió corriendo tras ella, yo me quedé consternada por lo que había sucedido, tuve sexo con el esposo de mi mejor amiga y nos había encontrado en el acto.

Al poco tiempo se cambiaron de casa y ella de trabajo, yo tuve que renunciar por que todos hablaban a mis espaldas, jamás he vuelto a ver a Magda ni a Rafa. Hoy me arrepiento de haber sido tan caliente y no haberme controlado ese día.