Las bragas de Arcelia - Relatos Eróticos

Las bragas de Arcelia

Tenía 17 años cuando vivía en la casa de la tía Arcelia, una madurita de 45, algo robusta y un poco conservadora, cuando llegue a vivir con ella apenas conocía la ciudad, puesto que tuve que viajar a vivir con ella por cuestiones relacionadas con mis estudios, me había cambiado de escuela y todo era nuevo para mi, solía llevarme bien con mi tia, veíamos películas, salíamos a dar la vuelta, como si de una madre y su hijo se tratase.. Ella vivía sola, puesto que sus hijos eran mayores y su ex esposo era un idiota. Todo empezó una dia en que mi tía había salido de copas una noche anterior, ella estaba dormida y yo viendo televisión, no pude evitar quedarme viendo a un montón de ropa en el piso, en la cual había mucha ropa sucia de Arcelia, pues era día de lavar ropa. Sentí un cosquilleo extraño en mi verga que me hizo husmear entre la ropa, había una blusa negra de Pink Floyd enredada junto aun bra y unas lindas bragas negras, no podía tragar saliba, sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, ahí estaba, el dulce néctar de una madurita embarrado sobre el puente de unas bragas, era increíble, lo puse en mi nariz e invadió en mi el olor a zorra, ese olor tan característico a vagina de hembra deseosa de sexo, una mezcla homogénea entre los fluidos y el pis de una guarra, tuve una ereccion enorme, no lo pensé, las metí en mi pantalón y las llevé conmigo hasta el baño, donde fue inevitable masturbarme y llenarlas de semen, al fin y al cabo estaban sucias, las dejé en su ...

... lugar justo como las encontré y seguí viendo televisión, cuando Arcelia despertó, también despertó en mi la curiosidad de saber que bragas llevaría a puestas y lo más importante, que tan sucias las llevaba, ya tenía pensado esperar a que se bañara e ir en busca de esos calzones. Así fue, se baño por la noche, asi que no pude hacer mucho ya, lo siguiente fue dormir y esperar al día siguiente para hacerme con ellas. Asi fue, la mañana siguiente desperté y mi tía estaba secándose el cabello
A- Voy a comprar un par de cosas para casa, me acompañas?
Yo- Estoy un poco desvelado, no pude dormir, creo me quedaré viendo la televisión para intentar dormir un poco
A- Me imagino, todo este cambio debe ser agotador para ti, puedes esperarme aquí si necesitas algo algo me llamas, no voy a demorar
Yo- No te preocupes tía, suerte!
En cuanto la puerta se cerró corri hasta el cesto de ropa en busca de mi tesoro, tomé las negras anteriores para ponerlas sobre mi verga y las otras, unas braguitas rosas, lindas, con una mancha amarilla enorme en donde la guarra de mi tía deposita su caliente chocho, olía espectacular, ese olor a vagina madurita tan delicioso, me masturbe en seguida y deje nuevamente todo en su lugar, así fue iniciando mi nuevo pasatiempo, cada oportunidad en que Arcelia me dejaba solo en casa... Mi morbo me llevó hasta el punto de revolver sus cajones en busca de bragas limpias, para posteriormente llenarlas con mi semen y guardarlas nuevamente, esperando Arcelia las usará así, ...