La hija de Mariela - Relatos Eróticos

La hija de Mariela

... lo que me quedé hablando solo
- ¿Te cortó? Preguntó mi esposa
- Eh, dudando aún. No, la dirección me dejó pensando. Es bastante lejos ché
El sábado a la hora convenida, pasé a buscarla. Tenía una mezcla de ansiedad, nervios y calentura muy fuerte.
Cuando subió a la camioneta, casi infarto. Pollera de cuero muy corta, blusa transparente gris perla que le dejaba todo a la vista, el pelo acomodado y apenas líneas de pinturas en sus ojos y su boca. Estaba muy provocativa y le quedaba muy bien.
Se acercó Mariela a la puerta y por la ventanilla le dió un beso a la hija, diciendole
- Disfruta mucho. Mamá ya te dijo, vos relájate que la vas a pasar muy lindo.
Mirándome dijo
- Vos, cuidala. Traerla entera. No te olvides quien es. Mirá que si no hablo
- ¡Mamá! ¡Basta! Dijo Aldana.
Cuando quise decir algo, Aldana me tocó la pierna, para mí gusto muy cerca de la pija que ya la tenía crecida, y Mariela se alejó diciendo
- ¡Que lo disfruten mucho! Mientras tenía esa sonrisa que la hacía muy bonita
Arranqué y para romper el momento le dije
- ¡Qué linda estás! Hoy vas a romper corazones
- ¿No querés saber que me contó mamá?
- Si, contame
- Mami me contó que ella y vos tenían sexo de chicos y hasta que se puso de novia con papá, ustedes lo hacían muy seguido
- Sí, me da vergüenza hablar de esto como n vos, pero es cierto 
- Yo hoy no tengo ningún cumpleaños y mamá lo sabe. Lo planeamos juntas
Paré la camioneta a un lado de la calle y la miré sin creer lo que decía
- ¿Y ...

... porqué?
- Por si vos no querías hacerlo conmigo.
- Ah, muy terribles las dos. O sea que tu mamá sabe que vos querés tener sexo conmigo y está de acuerdo
- Si, bah la idea fue mía. Hablo todo con mamá, aunque ella dice que no. Y le dije que vos sos muy lindo y muy atento, un lindo tipo pero casado. Ahí pensamos este plan y acá estoy.
- No puedo creerlo, le dije
Ella se apoyó en el posabrazos y se estiró poniendo su boca a mi alcance.
Le comí la boca y mis manos comenzaron a recorrer su espalda, pasando a sus tetas por turno
- Vamos de acá? Hay mucha gente dando vueltas 
Arranqué y salimos de ese lugar. Aldana no se movió mucho y de pronto bajó su cabeza para rozarme la pija por sobre el pantalón
Al ser automática la camioneta me pude apoyar en el respaldo del asiento y correr mi brazo para que estuviera más cómoda
Ella había quedado boca abajo, con su cabeza entre mis piernas y me acariaba la pija sobre el pantalón, dejando su vientre sobre el posabrazos, lo que me permitía bajar el brazo sobre su espalda y acariarleblas nalgas.
- ¿Puedo? Dijo bajando me el cierre
- Me encanta, respondí y ya le acariaba el culo por debajo del hilo, llegando a la conchita con mis dedos.
Ella desprendió el pantalón y logro sacar mi pija que estaba muy dura y mojada por mis propios jugos
Me sobó la pija, pajeandome lento y cada tanto le pasaba la lengua tragando el preseminal que me salía en cantidad.
Me acaricio los huevos y se metió la cabeza en la boca. No aguanté y le metí un dedo ...