Marisa...
Fecha: 02/08/2018,
Categorías:
Tabú
Sexo en Grupo
Masturbación
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... cama. Se abrió de piernas, acarició su clítoris con dos dedos, y con el coño abierto, Le dijo:-Méame en el coño, primo.Jorge se acercó a la cama y le encharcó el coño de meo. Estaba acabando la meada, cuando Marisa, con la mamo y el coño lleno de meo, exclamó:-¡¡¡Me vengo!!!Marisa se encogió y se corrió en posición fetal, temblando como una hoja, gimiendo y retorciéndose.Marisa era de una sola corrida. Al quedar satisfecha, fuera la hora que fuera, quería planchar la oreja, o eso fue lo que les dijo.Pili y Jorge se vistieron y se fueron.Pili, al dia siguiente no se iba a acordar de lo que hiciera con Marisa. (ni ella ni ninguno de los que iban a follar con ella) Por algún extraño motivo, sólo Jorge y yo recordábamos lo ocurrido. BAJO UN MANZANODos días después, bajo un manzano, le dijo Pili a Jorge:-Esta vez quiero coger con tres amigos tuyos. Quiero que se vengan en mi cara y en mi boca. Tienen que ser de confianza. Ofréceles mil pesetas a cada uno.-¿Y no pueden ser cuatro?La pilló por el aire.-No, tú miras. Me gusta que me miren mientras follo.-¡Jodeeeer!-Ya llegará tu hora.-¿Cuándo te los traigo?-Pasado mañana. Mi abuelo se vuelven a ir por la tarde. Traelos a las cuatro.Esa misma tarde, Jorge, habló con Manolito, un chaval de 16 años, moreno, de ojos negros, de estatura mediana y que en su vida oliera un coño. Julito, un quinceañero, rubio, delgado, de ojos azules y con cara de niña que le gustaban los culos y chupar pollas más que los coños, y conmigo, que por aquel ...
... entonces tenía 15 años y según decían las que me cataran, tenía un buen polvo. Fuimos víctimas de Jorge, y digo víctimas porque las tres mil pesetas que nos tenía que dar se las iba a quedar él. A mí me las acabó pagando en especias, o sea, contándome la historia completa de su aventura con ella, ya que cuando me enteré, (follando yo solo a Marisa) ya había fundido todo el dinero. JUEGOS CON EL TÍO ABUELO Y LA CRIADAAl caer la noche, Jorge, volvió a subirse al árbol para espiar a su prima. Estaba otra vez desnuda, sentada en el borde de la cama jugando con muñecos de trapo, esta vez tenía dos en las manos, uno de una mujer y otro de un hombre. Jorge no sabía a que estaba jugando. Otra vez los escondió debajo de la almohada. Por la puerta entraron la criada, Asunción, una mujer de treinta y pocos años, viuda, alta, delgada, morena y guapota. Tenía el pelo recogido en un moño. El vestido negro de cuello subido que llevaba puesto le llegaba hasta sus descalzos pies. Traía a Eulogio cogido con un collar y una cadena de perro, y un perro parecía, ya que desnudo y a cuatro patas fue con una zapatilla en la boca hasta donde estaba Marisa, levantó la cabeza, le dio la zapatilla y se quedó mirando para ella. Marisa cogió la zapatilla, sacó de ella un pequeño fajo de billetes de mil pesetas, lo puso sobre la mesita de noche, y le preguntó a la criada:-¿Que hizo esta vez el perro?-Se meó en las plantas.Marisa abrió la piernas y le dijo:-Discúlpate, Logio.Asunción le quitó el collar. El ...