El báculo y la mitra
Fecha: 26/07/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mano. Desde su posición el culo de la transexual se mostraba en toda su plenitud, con los morenos glúteos balanceándose en su obscena convexidad, y el pálido y minúsculo triángulo de la marca del tanga perdiéndose en el apetitoso valle que, entreabierto, mostraba el enrojecido pene de Benigno sumergido dentro del dilatado ano de Iliana, al rítmico balanceo que imprimían sus caderas.
Apuró el dorado líquido y depositó el vaso encima de la pequeña cómoda, con el característico tintineo de los semifundidos hielos golpeando el vidrio, para embadurnarse de aceite con ambas manos y evidente delectación el miembro ya erguido, acercarlo a continuación a la carnal trinchera que basculaba delante suyo y situar su glande húmedo de óleo y semen en la saturada entrada del recto.
-¡Vamos! -conminó con lasciva ironía el sudoroso Benigno-. Esta zorrita puede tragar todo lo que le echemos. ¡Ataca! Vamos a reventarle el culito.
Decidido, y susurrando apenas un escueto pero excitado "sí", Antonio inició lenta y controladamente la penetración, sorprendido de la facilidad con que su pene invadía el angosto orificio, sin que ello pareciera siquiera incomodar a la empalada Iliana. Al contrario, desafiando alguna que otra ley física ella redobló sus movimientos, basculando en lo humanamente posible su trasero para exprimir los emparedados penes, entrechocando las cuatro peludas y bullentes bolas entre sí, mientras su propia verga quedaba atrapada entre su pubis y el abdomen de ...
... Benigno.
-Joder –exclamó desatado Antonio, lanzando un autoritario y despectivo azote contra una de las nalgas que temblaban cadenciosamente delante suyo-. Tenías razón. Esta puta maricona es la ostia. Parece que me vaya a arrancar la polla.
Respondiendo quizás a los poco sutiles halagos que le lanzaban sus sobreexcitados jinetes, Iliana arqueó su perfecta espalda al tiempo que contraía con estudiada fuerza los músculos del esfínter, presionando ambos penes hasta casi fusionarlos, arrancándoles un simultáneo y virulento orgasmo que sacudió a los dos ocasionales amantes como alcanzados por un rayo, sucumbiendo exhaustos tras sentir succionada de raíz toda su energía.
Ella, imperturbable, aguardó a que los agitados pechos de ambos hombres recuperaran cierto resuello para, con cuidadosa experiencia, desenclavarse de ambos miembros en declinante reblandecimiento y erguirse, victoriosa, sobre sus dos agotadas pero satisfechas "víctimas". Sin prestar atención a la brillante pantalla donde una masa informe de actores ejercían una orgiástica sucesión de atléticas posturas, se apartó la oscura melena de la cara y con media sonrisa preguntó divertida:
-¿Una copa, chicos?…
…El alba descubrió en la habitación del hotel a ambos hombres, Antonio, eminentísimo obispo, y Benigno, ilustre presidente de la fundación para la defensa de los valores familiares, desnudos, esposados a la cama, con sus ropas y carteras desaparecidas, y sendos y abundantes rastros de semen en sus amodorrados y ...