1. Mi amor... Juan me mira... Continuación..😅


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Saull69, Fuente: SexoSinTabues

    ... nada. Ya se le pasará. Y mientras, nos calentamos tú y yo. -Joder, Mateo. Sólo piensas en ti. ¿Qué pensará Juan? No creo que esto le haga ningún bien. -Está bien, está bien. Quizás tengas razón. -Sí, mejor lo dejamos. Iré más decente. Espero que se fije en otras mujeres. En chicas de su edad. Se abrazaron. María apoyó su cabeza en el hombre de su marido, que le acarició el cabello para tranquilizarla. Al poco, dormían. ++++++ El lunes, cuando Mateo llegó a casa al medio día, enseguida notó tensión en el ambiente. Su mujer y su hijo estaban serios. En cuanto estuvo a solas con María, le preguntó. -¿Qué pasa? -Nada - contestó, seca. -¿Cómo que nada? -Te he dicho que nada. Ahora no tengo ganas de hablar. Mateo iba a insistir, pero al ver la cara de su mujer, decidió callarse. La tensión seguía presente cuando volvió a la oficina. Y también cuando regresó. María seguía sin querer decir nada. Cuando se acostaron, Mateo ya no podía más. -¿Me vas a decir qué coño pasa? Ella se echó a llorar. Mateo a abrazó, tratando de calmarla. -Ya te dije que no estaba bien lo que hicimos. Que la cosa se nos iría de las manos. -Tranquilízate y dime que ha pasado. -Oh. ,. dios mío. -Tranquila, María. Ella cogió aire. -Esta mañana, me vestí con un traje normalito, nada llamativo. Pero él siguió mirándome. Siguió tocándose por debajo de la mesa. Y rozándose conmigo. Esta vez más descaradamente. Me pegó la polla al culo y se quedó unos segundos. Incluso apretó. Mateo escuchaba con atención. -Me di la ...
    ... vuelta, encarándolo. Le dije que no estaba bien lo que estaba haciendo, que era su madre y que tenía que respetarme. Y. entonces. María se tapó los ojos con las manos, sollozando. -¿Qué pasó? -Mi amor. me dijo que yo era una zorra, una calientapollas. Mi hijo me llamó zorra. -Joder, joder, joder. Se ha pasado. Voy a decirle un par de cosas al mocoso ese - dijo Mateo, levantándose de la cama. María lo detuvo, agarrándolo del brazo. -No, no. No le digas nada. Él tiene razón. Me he portado como él dice. He sido una. calientapollas. Fuimos demasiado lejos, Mateo. -Tienes razón. Nosotros lo provocamos. Pero no tiene derecho a hablarte así. Voy a hablar con él. Le exigiré que te pida perdón. -Por favor. no le digas nada. Hablaré yo con él. -¿Estás segura? -Sí, lo estoy. Iré ahora mismo. -De acuerdo. Ella se levantó, se puso una bata sobre el corto pijama y se fue hacia el cuarto de su hijo. Mateo se quedó en la cama, esperando. Y pensando. Su mujer tenía razón. Lo ponía tan caliente saber que Juan la deseaba, que la animó a que siguiera. Para luego calentarse al oírlo y echar unos estupendos polvos. Los mejores que recordaba. Pero se olvidó de Juan, de sus sentimientos. Esperaba que María lo arreglase todo y que las cosas volvieran a la normalidad. Esperó a que María regresara. Esperó. Esperó. Y esperó. El tiempo pasaba y ella no regresaba. Se empezó a poner nervioso. Habían pasado cerca de 20 minutos. Estaba a punto de levantarse para ir a buscarla, cuando ella volvió. La miró de ...
«1234...»