La abuela Paca - Relatos Eróticos

La abuela Paca

A pesar de lo que digan, los personas mayores, siguen disfrutando del sexo plenamente. Me llamo Eduardo, tengo 58 años, soy argentino, vivo en un pueblo del interior, en la provincia de Toledo, gente sana y muy dada. Hay una señora que siempre nos saludamos, y hemos hablado de vez en cuando, Paca, viuda, de 60 y algo de años, baja, metro cincuenta, lo que mas le resaltan son sus nalgas, es de culo gordo, pero el resto una mujer normal, acorde a su edad. Una mañana cuando iba al súper, escucho que uno de los nietos le decía a otro "ahí va el hombre que le gusta a la abuela Paca". A partir de haber escuchado eso, cada vez que la veía, le invitaba a salir, a ir a algún lado, que se yo, lo que ella quisiera, hasta de tanto insistir, aceptó ir a caminar. Nos encontramos en un parque y salimos a caminar por unos caminos rurales, que comunicaban las parcelas, donde se veía la tierra arada, mucha tranquilidad. En el derrotéo de la conversación, me detuve, la miré y le di un beso, y para mi sorpresa, Paca me lo respondió, "me gustas Paca", le dije, abrazándola mas contra mi, "y tú a mi", me dijo, volviendo a besarnos, donde entre caricias y caricias que nos hacíamos, pase mi mano por sus nalgas, "seguimos caminando, o vamos a mi casa?", le dije, sin dejar de besárla y acariciar su culo, "a tu casa", me dijo, sin decir nada cuando le apretaba las nalgas, nos agarramos de la mano y nos fuimos a casa sin dejar de besarnos. Cuando llegamos, ya nos besábamos metiendo la lengua en la boca ...

... del otro, mis manos no dejaban su culo en paz. Lentamente le empecé a sacar la camiseta que llevaba puesta, el sujetador, "no vas demasiado rápido?", me dijo, acariciando mi cabeza cuando le empecé a chupar las tetas, "creo que no", le dije, bajando su pantalón y las bragas enormes que llevaba puesta, me tiendo mi mano entre sus nalgas sudadas y su concha bien peluda. "hay cariño, esta es la primera vez que salimos y vamos a tener sexo?", me decía entre gemidos, y dejando que la acaricie toda, "sos tremenda Paca, como te haces desear", le dije, metiendo mi dedo en su concha, que para mi sorpresa estaba bien lubricada, "hay cariño, no sabes cuanto hace que no siento un hombre entre mis brazos, desde que murió mi marido", me dijo, pasando su mano por mi pija, "ya me vas a sentir entre tus brazos, entre tus piernas, entre tus nalgas, por todos lados", le dije, besando sus tetas y bajando cada vez mas sus pantalones, y entre besos y caricias la lleve a mi dormitorio, donde nos terminamos de desnudar. Paca acariciaba mi pija, se la pasaba por sus piernas, por su concha, la hago poner boca arriba, le abro bien las piernas y le empecé a meter la pija bien despacio, escuchando los gemidos de placer que daba Paca a medida que le entraba toda, "hay cariño, como siento tu polla entrando en mi coño", me decía, abriendo lo mas que podía sus piernas, hasta que se la metí toda. Nos miramos sin movernos, nos besamos, Paca me pedía que le chupe las tetas a medida que le hacía salir y entrar la ...