1. Lo merezco por bocona


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Hetero Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... sentí cuando la metió toda de una en mi cola. «No te gusta así, que te haga cagar de placer?», me decía metiendo y sacando su pija de mi ojete, «me vas a hacer cagar, pero no de placer», le decía casi llorando, y él seguía dándome cada pijazos por la cola, que mis tetas, menos mal estaban dentro de mi camiseta de dormir, si no me daban en la cara, hasta que por fin se acabó dentro de mi cola. «Sos un hijo de puta», le dije dándole una tremenda bofetada, sintiendo como goteaba la leche que salía de mi cola en el suelo, fui corriendo al baño, me cagaba, me reventó el orto. Lo que más me extrañó, fue que no me sentí violada, me sentí cogida de otra manera, que en el fondo, tenía su morbo. Cuando salgo del baño, Eduardo estaba en mi cama esperándome desnudo. «Vos pensas que después de lo que me hicistes voy a seguir cogiendo?», le dije caminando con dolor en la cola. Cosa que a él no le importó, ya que me abrazó y aunque yo no quería, pero digamos la verdad, tampoco hacía mucho por soltarme de sus brazos, caímos sobre la cama y me empezó a besar, la boca, el cuello, me iba subiendo la camiseta hasta que me la sacó, senti como se acomodaba entre mis piernas chupando mis tetas, mordiendo mis pezones, yo agarré su pija y la puse contra mi concha, «dale, metela, metela toda y cogeme», le dije con la voz entre cortada, me habia echo calentar. Estaba con las piernas bien abiertas y levantadas, gimiendo como loca ...
    ... sintiendo como me entraba su pija, «que buena cogida me estas dándo», le decía buscando su boca con la mía. «Date vuelta Lourdes», me dijo sacando su pija de mi concha, «no, para que me duele la cola», le dije, pero igual me puse en cuatro. En el fondo me gustaba como me trataba Eduardo, ya que siempre fui yo la que dominó en las relaciones, y ahora la dominada era yo, y me gustaba. Eduardo me abre las nalgas y deja caer saliva, «despacito por favor que me duele mucho la cola», le dije notando como acomodaba su pija contra mi ano, y me hace enderezar el cuerpo metiendo toda de una y bien adentro su pija en mi cola. «Me duele, me duele», le decía. «No era que te gustaba fuerte por atrás?», dijo sacando y metiendo su pija con todas sus fuerzas, haciendo que me tire unos sonoros pedos. Metí mi mano entre mis piernas y mientras Eduardo me cogía la cola, yo me acariciaba la concha. Este hijo de puta me dominaba por completo, y yo estaba que volaba de calentura. Me estaba dando una cogida por la cola, que me estaba reventando el ojete, pero gemia de placer, estaba disfrutando, sentía como me acababa una y otra vez, hasta que por fin siento a Eduardo meter bien adentro su pija en mi cola, y empezar a gemir como loco, moverla en círculos, y como palpitaba. Caímos reventados en la cama, sentía que mi ano se abría y se cerraba sin que pudiera controlarlo. Eduardo me abraza, nos pegamos bien juntos y nos dormimos. 
«12»