1. PUTA PERRITA CAGAVERGAS Segunda parte//


    Fecha: 07/08/2018, Categorías: Hetero Autor: IvonnePutita, Fuente: SexoSinTabues

    ... Se acercó a mi y comenzó a besarme como loco, lo que me excitó muchísimo. Sus manos y su lengua no se quedaban quietas, parecía tener más de 2 manos y me las metía por todos lados. Así juntitos pude sentir a través de la ropa interior, su verga dura restregándose contra mi entrepierna. Él, mientras, me estaba bajando el sostén y comenzaba a acariciar y chupar mis senos y a meter su otra mano por mis pantaletas, alcanzándome la rajita del culo y acariciándolo con un dedo, lo que me hizo estremecer como loca. Luego colocó una mano sobre mi cabeza y comenzó a empujar hacía abajo, indicándome así que quería que me arrodillara. Lo hice y vi el enorme bulto que tenía en sus calzoncillos. Se los bajé y su pene saltó de el y casi me da en la cara. Era larga y algo gruesa, curvada hacia arriba y con la cabeza expuesta. Estaba tan dura que parecía una escultura de piedra. Era una belleza de pene. Comencé a masturbarla y a besar su cabeza, mientras yo me metía mi propio dedo en la vagina que ya empezaba a mojarse. Comencé a mamársela como si estuviera hambrienta y a el le gustaba. "¡Que bien mamas, muñequita!" me decía, "no pares". Yo seguí mamándosela por cosa de 10 minutos cuando el me dijo que me detuviera, que iba a hacerlo venir. Yo le respondí que quería que se viniera en mi boca, a lo que el se asombró y me dijo: "¡que bien!". Se la seguí mamando por unos minutos más hasta que Alfredo me dijo que abriera la boca y segundos después me soltó varios chorros de leche en mi boca, que ...
    ... casi me ahoga. Me bebí toda la leche que pude, pero un poco se me salía por la comisura de los labios, así que la limpié con mis dedos y los chupé. ¡Estaba riquísima! El tenía los ojos en blanco, gemía de placer y sus piernas temblaban. Me sentí la chica más poderosa del mundo en ese momento. No bien había terminado de lamer los restos de su semen de mis dedos, que Alfredo se recuperó y me levantó del piso, se arrodilló frente a mí y bajó rápidamente mis pantaletas, para encontrarse con mi lindo coñito rosadito. Comenzó a besarlo y a hurgar en el con su dedo, como si hubiera un tesoro escondido dentro. Me dijo que me acostara y me coloqué sobre el borde de la cama, mientras el separaba mis piernas. Luego comenzó a lamer mi coñito, dandole especial atención a mi clítoris. Nunca antes me habían hecho eso y me gustó muchísimo. El continuó con la mamada de mi clítoris y yo comencé a gemir y a estremecerme todita. Tenía mi rajita hecha un charco con una mezcla de mis efluvios vaginales y su saliva. ¡Que cosa más rica su lengua dentro de mí! Era increíble. Tuve un orgasmo como nunca antes en mi vida, vi estrellas con los ojos abiertos y escuché fuegos artificiales. ¡Wao! Fue algo alucinante. No terminaba de recuperarme de mi orgasmo cuando sentí una cosa dura y caliente que me penetraba rápidamente, lo que me hizo volver a la realidad. ¡Alfredo estaba metiéndome toda su verga de un solo envión! Sentí que 220 voltios de electricidad recorrían mi cuerpo. Comenzó a cogerme con fuerza, ...