1. La piyamada


    Fecha: 08/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: oscareduardo, Fuente: SexoSinTabues

    Ana y Jaime llegaron a ese pequeño condominio situado en un vecindario exclusivo, lo compartían cuatro parejas de profesiones y gustos diferentes. Estaban Aníbal y Cristina, él un comerciante adinerado de mediana estatura, de unos 40 años ; ella era una mujer de unos 35 años dueña de un cuerpazo…senos grandes , amplias caderas, trasero voluminoso con dos nalgas impresionantes. Estaba otra pareja Javier y Roxana, dos ejecutivos, jóvenes , bien parecidos y a simple vista muy enamorados, se distinguían por estar bien presentados a toda hora. Otra pareja era Daniel y Olga dos profesores universitarios, también jóvenes pero con apariencia de hippies, Daniel normalmente vestía de jeans y Olga siempre lucía pantalones ajustados que resaltaban unas curvas provocativas, era una mujer despampanante Ana percibió un ambiente muy cerrado, había poca camaradería, cada pareja se aislaba en sus casas, sólo se veían el domingo cuando asistían a los oficios religiosos. Ana siempre inquieta decidió cambiar esa situación y la consultó con Jaime, estuvieron de acuerdo y planearon una actividad para aglutinar esa pequeña comunidad. Ana de su puño y letra redactó una lacónica invitación a una “piyamada”…sería el viernes en horas de la noche, el trago debía llevarlo cada pareja a su gusto, el sitio de reunión era la piscina, la presentación era en piyama máximo de tres prendas, podían llevar además cualquier cosa que consideraran pertinente para el evento. Personalmente Ana se encargó de repartirlas ...
    ... y de convencer a cada uno de los posibles asistentes de la bondad del evento, ella tenía un poder muy convincente y la totalidad de los invitados quedaron de asistir. Al principio la mayoría fue muy reticente pero pronto cedieron ante los argumentos de Ana. Esa invitación levantó ampolla, era tan atrevida pero a la vez tan excitante que puso a trabajar la imaginación de todo mundo y por qué no decirlo un poco de morbosidad. Se conocían de vista pero nunca habían dialogado. Aunque eran parejas estables y aparentemente fieles no faltaban deseos reprimidos, no podían esconder atracciones extraconyugales, cada uno de ellos trataba de ocultar ese lado oscuro que todos tenemos. Aunque la invitación levantaba ampolla no lo trataron en su intimidad…cada quien tenía sus secretos y también sus expectativas… cada día que pasaba esa bendita piyamada los ponía a pensar. Y llegó la tan esperada noche, Ana y Jaime los anfitriones lucían una piyama sencilla, Ana tenía un short medianamente ajustado y una blusa de tela semitransparente que dejaba casi a la vista sus senos pequeños pero firmes adornados con unos pezones grandes y erectos, su esposo llevaba una sudadera únicamente. Aníbal el comerciante llegó con un pequeño pantalón corto y un buzo común y corriente, sus esposa Cristina llevaba también una blusa trasparente que dejaba ver un par de tetas grandes y provocativas y un short de mangas muy holgadas que al sentarse dejaba ver buena parte de sus muslos carnosos y provocativos; Javier ...
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