La piyamada - Relatos Eróticos

La piyamada

... parte de los hombres sino también sintió las miradas ávidas de algunas mujeres que estaban ardiendo en deseos de tocar sus atrayentes tetas. Cristina la mujer del comerciante no se aguantó y le acarició los senos, su marido fue más allá y el lujurioso comerciante le chupó los pezones…Ana se excitó y devolvió la caricia a Cristina, esas enormes tetas la excitaron…pero siguió repartiendo la bebida. Ese tragó fue el detonante que empezó a generar un torrente de lujuria y desenfreno, Daniel y Olga fueron los que iniciaron el desorden, de un momento a otro se lanzaron a la piscina, abrazados en el agua se entregaron uno al otro con pasión desenfrenada ,se besaban y se acariciaban sin pudor, Daniel insistía en acariciar el inmenso culo de Olga y ella movía su trasero con movimientos altamente eróticos, esto excitó los asistentes que empezaron a desnudarse para sumergirse en la piscina, sin embargo no siempre las parejas coincidieron al meterse en el agua, los deseos insanos empezaron a aflorar, Aníbal el comerciante buscó inmediatamente a Roxana la ejecutiva, enseñado al trato un poco burdo de su mujer y al exceso de carnes buscó en la esbeltez de Roxana un marcado contraste, su boca chupaba los senos pequeños pero bien formados de Roxana y sus manos regordetas acariciaban con avidez el sexo de Roxana, Javier al ver su esposa en manos del comerciante reaccionó y buscó la anfitriona para solazarse con ella, fue un encuentro insólito pues los finos modales de Javier desaparecieron ...

... para dar paso a un lujurioso hombre que buscaba complacer sus más aberrantes deseos, Cristina la mujer del comerciante con sus grandes tetas que le impedían sumergirse en la piscina fue abordada casi que agresivamente por el anfitrión que le faltaba manos para acariciar esos senos turgentes, los grandes pezones de la tetona hembra casi no cabían en la boca de ese hombre ,ella por su parte cogía desesperada la verga de Jaime tratando de incrustarla en su sexo, pero lo rollizo de sus piernas le impedían hacerlo fácilmente, se bajó sus pantalones y acomodándose en un grada de la piscina atrajo su pareja abrió sus piernas y facilitó la penetración, Ana se salió de la piscina y fue a traer otra ronda de trago, Olga se soltó de su marido, llegó donde Jaime y ante su sorpresa empezó a besarlo y a cogerle la verga, Jaime no podía creerlo y su primera reacción fue devolver el apasionado beso y coger con fuerza ese hermoso culo, se sintió excitado pero Olga se escabulló y se fue para donde Javier, hizo lo mismo con él y con los otro hombres, todos empezaron a mirar a Olga, estaban esperando que la lasciva hembra se bajara sus cacheteros para poder disfrutar de la vista de sus portentosas nalgas, como en una película de suspenso y sexo extremo Olga se subió a la piscina del jacuzzi y allí empezó a bailar con movimientos provocadores que fueron enardeciendo tanto a hombres como mujeres , el momento cumbre llegó y todos miraron hacia el jacuzzi , los cacheteros cayeron al suelo y dejaron al ...