Roger, mi esposa y yo - Relatos Eróticos

Roger, mi esposa y yo

... Roger, era otra cosa lo que por primera vez iba a comerse por el culo, había que entender que no le seria tan fácil de asimilar, aun asi no Adela no hizo el intento de echarse para atrás, casi podía jurar que nada ni nadie la detendría, quería la pinga de Roger si o si, ahora con mas detenimiento lo pegue junto a Adela sin soltar su pinga que en mi mano termino otra vez en la entrada del rico culo, yo controlaría ahora, lo cogí desde su base y desde alli empuje como quien mete de a poco un consolador, uuummmmmm aaaammmm, dijo cuando sintió otra vez pero esta mas suave el glande enterrado en su culo, Adela estab quieta, soporto la presión de esa cabezota ajustado por las paredes de su culito, se lo saque mientras me deleitaba manejando yo la situación, un escupitajo nuevo que termino por untar mas la cabeza de la pinga de Roger, nuevamente se lo empuje hacia adentro, ammmmmmmm…mmmm, te gusta verdad? Mmmmmm respondió mmmmmmm, se meneo un poco agradecida por tener el placer de tener un pedazo de esa pingota empezando r a rellenar su culo, a centímetros de mi vista podía admirar la unión entre mi esposa y Roger, que apretado se veía esa pinga dentro de ese culo, no podía resistir mas y se lo empuje casi todo hasta el fondo, Adela casi grito apenas conteniendo su alarido aaaggmmmm, ya no, ya no, alcanzo a decir, se quedo quieta como quien asimilaba en su interior esa bestia de pinga, que maravillosa era el panorama ante mi, mmmmmmmmm, seguía gimiendo mientras Roger casi insensible ...

... mas me miraba a mi que aun con mi mano en su pinga manejaba el enlace, lentamente quité la pinga de su culo, cuando salio se vio casi en su total dimensión, la penetración le habia dado mayor dureza, mi mano no lograba cerrarse sobre esa pinga, el culo de Adela se cerró dejando ver la dilatación que le daba una forma rara a la entrada de ese culito, sin poder contenerme ensalive mi pinga tiesa y se la metí sin miramiento y con gran facilidad se perdió dentro, Adela gimió sintiendo invadida el culo, volvió la cabeza hacia atrás cerciorándose que era yo el que la había penetrado, se siente la diferencia verdad? Dije – ella solo atino a moverse mientras yo le di unas cuantas arremetidas. Quite mi pinga – ahora si – tu culo esta que se muere por esta pingota, mira Adela, mira le dije mientras le daba algunas palmadas en la nalga logrando que volviera la vista hacia donde estábamos los dos, mira que pinga te estas comiendo, si que lo miró y claro que le gusto, lo pude ver claro en sus ojos lujuriosos, te lo voy a mater todo hasta el fondo

Lo quieres todo verdad? Lo quieres

Siiii, pero despacio, mételo despacio

No espere mas, la pinga fue a parar otra vez en la entrada del culo de Adela que ensalive lo mas que pude, lo mismo había hecho con la pinga de Roger,

Empuja le dije, quería que el lo hiciera por cuenta propia, y entendiendo mi pedido dio un empujón y enterró casi lam mitad de su pinga,

Aaaggmmmmmmm, mmmmmmm, mmmmmm gemía placenteramente agradecida

Empuja, ...