Roger, mi esposa y yo - Relatos Eróticos

Roger, mi esposa y yo

... indeciso en para o seguir, nunca sabría si entendía o no el pedido de Adela.

No se si era un gemido pero era algo parecido al que Roger empezó a manifestar mientras abría y entreabría la boca sin para de empujar una y otra vez, lo entendí y por precaución quite esta vez su pinga de la concha de Adela y se la dirigí otra vez al culo de Adela quien grito otra vez al sentir como de un empujón se perdió dentro de su dilatada profundidad, parecía que Roger estaba por terminar, pues casi gimió de dolor cuando se lo quite de la concha de Adela, retomo la excitación y siguió a su modo empujando, culeando a su modo peculiar a Adela, mientras esta conteniendo sus gritos se limitaba a gemir de placer y dolor, ya no aguanto mas, me va a matar repetía.

Un poco mas – dije – un poco mas para que sientas como te llena el culo de su leche, un poco mas, Adela me entendió y para acelerar su final talvez con ansias de sentir toda su leche dentro de su culo soportando tremenda pinga en su culo priorizando el placer al dolor, había que darle una ayuda pues la arremetida de Roger era algo brusca y no tan rapida asi es que tomándolo por la cintura maneje la velocidad de su mete y saca,

Aaaaamm, aaammm, aaaa . ahora con mayor claridad gemía Roger,

Adela ya casi no podía contener su nuevo placer había iniciado el camino hacia el segundo placer, hacia su segundo rico polvo, se había olvidado del dolor, su placer era inmensamente superior pues su YA NO YA NO, se convirtió en así, así, ...

... cáchame, cachame, rompeme así, ammmmmm, aaaaaa, aaaaaammggg, mas , mas maaassss, aagggggggggggg. Fue un alarido mas que un gemido que casi se confundió con el gemido de Roger que abriendo la boca y desorbitando los ojos había empezado a descargar su leche dentro del culo de Adela,

Aaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaa, gritaba Adela sintiendo cada uno de los chisguetazos de leche hirviendo que salidos de su pinga quemaban las paredes de toda la profundidad de su culo, Adela sin poder contener su estabilidad doblo sus brazos y casi hundió su cara sobre la manta en el césped, fue maravilloso verla asi con le culo hacia arriba elevándolo mas dándole de seguro mayor penetración a la pinga de Roger, este me miraba mientras su pinga seguía dentro del culo de Adela, ya no empuje mas, solo presione su cuerpo sobre el trasero de Adela, quería que ni una gota de su leche se perdiera, que disfrutara talvez los últimos instantes de esa unión maravillosa, era impresionante ver la pelvis de Roger pegada al trasero de Adela, no había un milímetro del su pinga fuera de su cavidad anal.

Mmmmmmmmmmm, sssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, mmmmmmmmmmmmmmmmm

No paraba de gemir por el placer que aun experimentaba, de seguro era el mejor polvo de toda su vida, unos segundos pasaron y al ver que Roger mas tranquilo habiendo ya descargado toda su leche me miraba como diciéndome que sigue o que hago, al mismo tiempo escuche la voz de Adela que dijo; ya quítamelo

No espere y jale a Roger muy despacio y pude ver ...