1. La visita de mi cuñada


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dármelo.
    
    Me quedé helado, soló dije que sí, ella volvió a sonreír. Me paré y me puse a su espalda, ella tomó mis manos y las puso sobre esas tetas enormes y comenzó a moverme hasta que tomará ritmo, mi verga estaba a cien, mi pantalón ya no cabía más. Ella cerró los ojos y se pegó contra mi. Yo me sentía apenado pues el bulto que tenía no se podía disimular. Ella comenzó a gemir sin darse cuenta, yo cumplía con mi "trabajo".
    
    Ella se perdió y se metió los dedos bajo el short que tenía. Me parecía de fábula. Entonces ella se detuvo y abrió los ojos y sacó su mano. Yo "desperté" también.
    
    - Lo haces muy bien - me dijo.
    
    - Me alegro que te haya servido.
    
    - Puedo pedirte otro favor.
    
    - Claro.
    
    - El masaje fue muy bueno pero...
    
    - Pero que.
    
    - Necesito descargarlas, no se si me entiendes.
    
    - Claro- dije sin entender muy bien a lo que se refería.
    
    - No se me podrías ayudar.
    
    Me lo dijo con una sonrisa tan pícara que no le pude decir que no.
    
    - Como lo hago.
    
    - Puedes ayudarme succionándolas un poco, yo te indico como hacerlo.
    
    Me quede de una pieza, ella solo se saco el top. Pude ver el esplendor de ese par de tetas macizas. Ella se recostó y me acercó a su lado y me hizo poner mi boca en su pezón, yo por instinto comencé a lamerlo y después a chuparlo. Era una verdadera delicia, sin darme cuenta tenía mi mano masajeando su otra teta. Ella volvió a meter su mano debajo del short y a gemir.
    
    Yo seguía succionando y comencé a intercambiarme de lado ...
    ... a lado para cumplir bien mi misión, realmente esperaba ayudarla pero no salía nada de leche, pero no me importaba solo la ayudaba.
    
    En un momento me di cuenta que se había quedado desnuda y se estaba masturbando mientras yo la disfrutaba.
    
    Simplemente no fui a su otro seno, bajé a su concha, estaba tan mojada, tenía un corte lindo de pubis y unos labios hermosos, grandes y carnosos. Los devore sentía ese olor a hembra, ella de pronto se levantó me miro a los ojos y comprendí.
    
    Me recosté boca arriba y ella me bajó los pantalones y el interior y yo saqué mi camisa. Puso su concha en mi cara y se sentó sobre ella, la muy zorra solo se movía y gemía no podía detenerse hasta que se corrió en mi boca, fui el sabor más esperado y delicioso.
    
    Yo me quede extasiado mientras ella se levantaba.
    
    - Se deben pagar los favores - me dijo.
    
    Y solamente se subió sobre mi, comenzó a cogerme como una animal, yo solo seguía comiéndole las tetas y ella se daba gusto brincado. Se dio cuenta de que me venía y se levantó me miró y sin decir palabra, se arrodilló y con sus tetas me dio la mejor masturbada que he tenido, terminé como un loco, ella sonreía y lamía sus tetas.
    
    - Gracias, cuñado, me ayudó mucho tu masaje.
    
    - De nada cuñada, esperó se quede entre nosotros esto.
    
    - Siempre que lo repitamos, será nuestro secreto.
    
    - Puedo hacerte una pregunta - le dije.
    
    - Dímela.
    
    - Yo esperaba que te saliera leche cuando te "ayudaba".
    
    - Jajajaja eso ya me la saqué en la ducha ...