1. En la naturaleza


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Había terminado una relación hacía muy poco y salía de vacaciones, un compañero de trabajo, un obrero negro, pasaba por una situación parecida. Se me ocurrió invitarlo a acampar en un hermoso parque nacional y el aceptó contento. La primera noche, después de un largo recorrido cenamos y nos fuimos a dormir agotados.
    
    Al levantarme el ya hacía café, tomé y le dije que iría a bañarme. El tomó sus cosas y me siguió. Me desnudé para entrar al rio y lo miré. Estaba desnudo mirando el paisaje, el cual es bellísimo. No se por qué pero verlo así me excitó, su piel oscura era hermosa, su cuerpo delgado pero fuerte se veía muy viril, y su sexo era grande, bastante más que el mío. Juro que sentí envidia de las mujeres al verlo y también un escalofrío. El me miró y notó que lo miraba. Entró al agua y conversamos mientras nos bañabamos. Al salir me vestí de espaldas a el, pues seguía un poco excitado y no quería que lo notara. Al salir desayunamos y partimos. El no entendía por qué nos íbamos hasta que empezó a ver el paisaje. Llegamos a un lugar que me encanta, con una vista fabulosa y una gran cascada. Allí armamos el campamento, y después de almorzar, a las 2 pm bajamos al lago debajo de la cascada. Es una caida de agua en escalones muy bonita y el agua cae fría y como una fuerte lluvia. Me desnudé para ir hasta la base, pues allí en la temporada en que fuimos no hay nadie, el se desnudó y entró al agua, al volver me dijo que le habría encantado ir hasta donde yo estaba, pero no ...
    ... sabía nadar. Entonces le dijé que podíamos ir por el borde en el agua. Allí hay apoyos que podía utilizar. Accedió y lo guié. En un punto me puse de espaldas a el, enseñandole donde apoyarse para pasar e indicandole que pasara tras de mi. Así lo hizo, pero tomandome por las caderas se asentó a mí y empezó a mirar la cascada. Sentí su sexo erectarse en mi trasero y me excité mucho. Aquello me gustó mucho y al pasar subió a la roca y sonrió. Su pene estaba erecto y se veía enorme, y formidable. Después de un rato nos dió frío y volvimos. Esta vez al asentarse me dijo que tenía un trasero muy hermoso y que lo excitaba mucho, y me pidió que lo dejara friccionarse contra mi. Traté de oponerme, pero me tenía apretado contra la roca y sus caderas se movían eroticamente. Después de un rato accedí y el se masturbó conmigo. Cuando iba a eyacular colocó su baboso glande en mi ano y me apretó contra el. Su glande penetró unos centímetros antes de acabar. Al salir del agua noté que aún había semen en mi ano y entré al agua a lavarme. Estaba muy avergonzado y excitado, pero el actuó naturalmente. Mientras volvíamos al campamento se volteó hacia mi y me confesó que le atraía y gustaba mucho, me contó que antes de casarse había tenido un amante gay, y por lo visto después de 15 años de matrimonio y fidelidad, aún sentía esos deseos. Me tomó el rostro y me pidió que lo dejara besarme. Miré alrededor apenado, y al mirarlo de nuevo tomó mi rostro y sin más me beso en la boca con deseo.
    
    Nos ...
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