1. El chacal me preñó en la casa del vecino


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Primero me presentaré, soy David, un chico de 24 años, totalmente gay aunque muy discreto, solamente pocas personas saben de mi condición. Soy moreno, bajo de estatura, cabello chino y ojos marrones. La verdad tengo más suerte con las mujeres que con los hombres, solo tengo un defecto: Me encantan "los chacales". Todo comenzó hace años en realidad, Manuel es de la misma edad que mi hermano mayor, él es "todologo" de la colonia donde vivo. Al ser de la misma edad que mi hermano, años atrás iba frecuentemente a casa, donde terminaban emborrachándose y en alguna de esas ocasiones, yo (con solo 13 años de edad) lo masturbé. Después de eso, todo resultó seguir normal durante años, hasta llegué a pensar que él nunca se había dado cuenta de eso. Hasta aquella tarde de octubre. Manuel, en honor a la verdad, ya se ha tirado mucho al vicio. A unas cuantas casas de la mía, vive "Don Panchito" un anciano todo borracho con una casa un tanto amplia, pero que solo sirve de "guarida" para hombres igual de ebrios que él, donde solo se la pasan tomando. Ese día, mis papás habían salido de viaje a Veracruz y yo me quedé solo en casa, al no saber hacer nada de comer, decidí ir por una sopa iinstantánea, unas sabritas y un refresco. Obligatoriamente tenía que pasar por casa de "Don Panchito", al pasar por ahí, Manuel me habló. M: ¿Qué onda mi Davidcito? D: Hola, Manuel. M: ¿Qué no hay nada pa' mí? (Refiriéndose al $) D: No, cabrón, me agarras frio. M: ¡Chingao! Y tú me agarras bien caliente, mi ...
    ... vieja me dejó y yo estoy acostumbrado a coger diario (mientras se agarraba el paquete) Yo tuve que desviar mis ojos hacia su delicioso bulto, era hipnotizante, desde hace años lo recordaba. D: Sí, así son las viejas. No aprecian a un buen macho. M: Pues ya ni pedo. Sobres me saludas a tu carnal cuando lo veas. Después de eso me fui a comprar, pero hasta el hambre se me quito, al menos esa hambre y me dio otro tipo de hambre: HAMBRE DE VERGA, pero no de cualquier verga, DE ESA VERGA, DE SU VERGA. Así que planeé cómo regresar hasta la casa de Don Panchito. Recordé que mi papá tenía una botella de whiskey que no quería ya, así que ese fue mi pretexto perfecto. Me dirigí hasta esa casa, hasta ese nido de borrachos, donde ahora estaba lo que más deseaba: LA VERGA DE MANUEL. D: Don Panchito, mire, esta botella estaba ahí abanonada en mi casa y qué mejor que se la chinguen entre ustedes. La verdad Don Panchito estaba casi dormido de lo borracho, por lo que Manuel fue quién me atendió. M: ¡Qué chingón! Y es de las buenas. Me la voy a tener que chingar yo solito. Y no es lo único que me quiero chingar, también tengo ganas de un culito. Yo me hice el desentendido, pero estuve a punto de bajarle la bragueta y meterme ese delicioso pedazo a mi maldita boca. D: Pues ahí está el de Don Panchito, ya ves que en las pedas el que se jetea pierde hasta el culo. (Dije bromeando) Oye carnal, no sabes si Don Panchito tendrá un martillo, es que ocupo poner un cuadro y el que tiene mi jefe solo tiene ...
«123»