1. El chacal me preñó en la casa del vecino


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... el mango. M: Entonces lo que te hace falta es una cabeza (Y de nuevo se agarró su pitote que se veía ya con una notable erección) D: ¡Exactamente! Una buena cabeza para clavar. En cuanto dije esto, abrió el portón que estaba a punto de caerse. M: Entra ahí a la casa, a ver si hay lo que buscas. D: Oye Manuel, pero no seas cabrón, ayúdame, entra conmigo. Caminamos hacia adentro de la casa. Al entrar me dijo que me fuera hacia un cuarto. Yo como la puta que era obedecí a mi macho. Él también entró con los pantalones casí abajo, mostrándome ese hermoso pene que alguna vez hace años masturbé y que después me sirvió de imagen para mis propias masturbaciones adolescentes. M: No sé si esta cabeza te sirva. Apenas estaba terminando de decir esa frase, cuando yo ya estaba de rodillas, cerca de su pene, a punto de metérmelo a la boca. Era una verga un tanto delgada, pero larga como de 20cms, sin circundar, con unos huevos colgantes enmarcados por un negro vello púbico y un olor entre sudor y orines, pues él no era tan aseado, pero eso me encantó. La mamaba como si fuera un oasis y yo un moribundo en el desierto, él solo gemía y gemía como lo que es UN VERDADERO MACHO. Don Panchito, ni cama tenía en ese cuarto, solo un colchón tirado en el suelo y no sé ni en qué momento, pero Manuel ya estaba tirado en ese colchón con su verga al aire mientras yo la mamaba. M: ¡Asu pinche putito! La mamas mejor que mi vieja. Uuuuuuuy qué ricoooooooo Cuando lamí sus huevos dio un grito de placer único, ...
    ... como el de un lobo herido por la lujuria. M: Ya no puedo más, ya no puedo más cabrón. Ya te la ganaste, ya te la voy a meter, vas a ser mi pinche puta. Esas palabras, en ese momento fueron como un cantar de aves del paraiso, era lo que yo quería oir, pero sobre todo sentir. M: ¡PTM! Ponte en cuatro, cabrón que te voy a meter toda la verga. Yo obedeciendo a mi hombre, me puse en cuatro. Él escupió mi culo, escupió su verga y me dijo: "Ahora sí vas a ver lo que es una buena cogida" D: No, no, despacito Manuel, es que está muy grande y hace tiempo que no me cogen. M: Que despacito, ni qué la chingada, eres una pinche puta y te voy a coger como eso, como mi puta. La verdad me encantaba que me dijera así, era tan excitante. De repente me la dejó ir toda de un solo golpe, yo grité, la verdad más de dolor que de placer, pero era mi sueño realidad: Manuel, mi sueño de la adolescencia, estaba adentro de mí, desmadrándome el culo, siendo mi macho. Su deliciosa verga era apretada por las paredes anales de mi culo. M: ¿Te gusta? -Me preguntaba mientras me la metía y me la sacaba con fuerza- D: Ay sí mi amor. qué rico coges. Aaaaaaay no pares -contestaba yo con una voz afeminada, gimiendo como puta- la verdad el dolor ya se había ido dando lugar al placer. D: Mi amor, mi amor, por favor déjame apretarte, ¿sí? M: Simón, a ver que me muerda tu perrito. Acto seguido, lo apreté y él lanzó un gemido a la vez de que me nalgueó. M: ¡Pa su puta madre! Qué rico culoooo, aprietas bien chingón. D: ...