Junta de ombligos en la dirección - Relatos Eróticos

Junta de ombligos en la dirección

... frenéticamente a la señora Tapia mientras ella le mamaba la verga al de ingles.
Me cedieron el lugar al momento que me puse el preservativo y mientras yo trataba de provocarle un orgasmo a la hembra caliente que tenia en la oficina , la secretaria ya desnuda recibía chupadas en sus tetas por los dos maestros.
Luego las nalgas de la secre y la señora Tapia subían y bajan en las erecciones de ellos yo me dispuse a penetrar el ano de la señora Tapia quien se separó las nalgotas para recibir por la puerta trasera mi verga.
Toda la oficina olía a sexo y los gemidos y pugidos de las hembras eran como un concierto donde se contestaban al sentir placer a cada estocada que les dábamos.
Terminamos en las tetas y boca de la señora Tapia a petición de ella misma para luego recibir la experta lengua de nuestra secretaria que tenía toda la intención de limpiar la leche que escurría en estas montañas de carne que tenia la señora y ante la sorpresa de todos la secretaria besó los carnosos labios de la señora Tapia y ella correspondió sin problema.
Luego hizo algo que nos dejó boquiabiertos.
Puso a la señora Tapia bocabajo en el sofa, separó las ...

... nalgas y lamio el ano semi abierto por la doble penetración.
Lamió también la vulva y luego nos beso a cada uno de nosotros repitiendo la acción para probar esos nectáres revueltos.
La secretaria  apoyando a la señora nos dijo : así vamos a sellar este pacto entre los cinco. Ninguno debe de decirle a nadie lo que pasó esta tarde aqui, ¿entendieron?
Todos respondimos afirmativamente. Luego la señora Tapia coloco a la secretaria de la misma forma y le hizó mismo para asi sellar este pacto. Lamió el culo y vulva para después besarnos y al finalizar ellas se besaron después de lamerse el clítoris.
Pasamos al baño a asearnos de uno en uno , para después firmarle las boletas a su hija dónde le pasábamos con el seis acordado. Luego ella contenta con el resultado se retiró y nos agradeció infinitamente la tarde que pasamos con ella.
Y que lo que hizo no fue por el seis de calificación sino que lo hizo por el deseo de sentirse mujer de nuevo y que le quemaba la vulva . Se despidió y como les comenté al inicio del relato después de ese tiempo, ella saludaba cordialmente anunciando su visita por tierras Tamaulipecas en las próximas vacaciones.