1. Fin de semana clandestino (2)


    Fecha: 16/08/2018, Categorías: Hetero Autor: thescreamline, Fuente: CuentoRelatos

    ... miembro erecto.
    
    - Claro que la idea me entusiasma - admití.
    
    - ¿Eres bueno haciéndolo? - preguntó.
    
    - ¿Tienes con quién compararme? - retruqué.
    
    - No, a decir verdad, no - dijo, con una mueca en el rostro.
    
    Me incorporé y me quedé de rodillas en la cama. Lo tomé del brazo izquierdo y lo giré, sin que él pusiera resistencia. Sus nalgas un poco lampiñas me saludaron. Las tenía firmes y hacía presión para que se encuentren cerradas, pero era un espectáculo tan mágico que no podía evitar sentir el deseo de poseerlo.
    
    - Oye...
    
    - Relájate - le dije. - Si quieres que me detenga en algún momento, lo haré, pero sino, sólo relájate y disfruta. La sensación va a gustarte.
    
    - Espero.
    
    - Yo también.
    
    Se rió. Eso ayudó a que se relajara.
    
    Metí mi cara entre sus nalgas y me abrí paso con mi lengua. Su ano se encontraba húmedo también pero no tenía ningún sabor desagradable. Bruno gimió al sentir mi lengua allí y se estremeció como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Amaba causarle esas sensaciones.
    
    - Aaahhhh - gimió. - Nunca pensé que...
    
    No pudo terminar la frase que volvió a gemir y revolcarse del placer. Yo comencé a penetrarlo suavemente con la punta de mi lengua, lo que lo enloqueció aún más. Jamás hubiera apostado que terminaría penetrando a Bruno en aquel fin de semana. Quizá esa fue su intención desde un primer momento y recién ahora pudo decírmela. Como supe explicar, todo lo que rodeaba a Bruno era un misterio.
    
    Me calcé un preservativo ...
    ... (el cuarto que íbamos usando en el fin de semana) y me incliné despacio sobre él.
    
    Costó un poco el trabajo de entrada, más un par de consejos más para que se relajara y se dejara hacer. Estas cosas siempre me las tomo con cautela, ya que en el primer mal movimiento puede conseguir que todo se derrumbe. En especial si la otra persona no tiene por deporte el dejarse penetrar. Y la realidad es que yo quería penetrarlo más que nada, así que hice el uso de mi TOC y me di a la tarea de entrenarlo para que pudiéramos gozar.
    
    - Estoy dentro - le dije, en un determinado momento, como si él no se hubiera dado cuenta. - Ahora comenzaré a hacer un pequeño movimiento hacia afuera. Tú sigue relajado y disfruta.
    
    Me obedeció y eso colaboró mucho con la causa. Mi miembro sentía cómo de repente comenzaba a aflojarse las paredes anales que impedían la buena circulación.
    
    - Aaaahhhh - gimió.
    
    Bruno, lejos de gemir como un actor porno en su situación, lo hacía con los cantos de alguien que está levantando 100 kilos en la barra. Cada movimiento mío venía acompañado de una exclamación de gimnasio, lo cual lejos de parecerme raro, me despertaba más lívido.
    
    - ¿Te gusta? - le pregunté.
    
    No respondió, así que deduje que no podíamos hacer ningún juego verbal más. Tenía que simplemente dedicarme a lo mío, ya que la concentración de Bruno estaba en otro lado.
    
    - Me gusta - dijo, luego de un rato. - No pensé que me gustaría, pero me gusta.
    
    - Si quieres que pare...
    
    - No, sigue - ...
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