Las hermanas de mi novia III
Fecha: 17/08/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues
... hablar? -No lo sé, cuéntame algo. - Me miró sonriendo inocentemente. -¡Ya sé!- Exclamé yo. - Cuéntame qué tal con tu novio después del numerito del otro día. -¿Qué quieres que te cuente? Me pidió perdón como hace siempre. Que si se le fue la cabeza, que si me quiere mucho, que si no podría vivir sin mí. Lo típico. Para colmo después de eso echamos un polvo de reconciliación un poco patético. Al principio no se le subía, y cuando por fin se le puso dura se corrió enseguida. ¡Un desastre, vamos!. Me terminé masturbando yo sola. -Su tono empezó en queja y terminó siendo de resignación. -Pues vaya. La verdad que tiene que ser una mierda que tu novio te encadene porque crea que vas por ahí enrollándote con tíos y después sea incapaz de complacerte. - Estaba tratando de dirigir el tema a propósito, quería que recordaba lo bien que lo habíamos pasado aquella noche. -Es bastante deprimente. Y no soy una chica muy exigente, ¿sabes? Sólo pido que me acaricien con gusto, sabiendo dónde y como tocarme. Incluso yo misma le digo lo que tiene que hacer, pero es incapaz de hacerlo bien. - Poco a poco, su lenguaje corporal me iba transmitiendo receptividad. Ella me deseaba pero le daba palo lanzarse directamente. -Me da un poco de reparo decírtelo, pero me hizo sentir bien, así que te lo voy a contar: eres el primer tío que me ha hecho sentir deseada como mujer y no sólo como un par de tetas. -Sabía que tenía muy buen par, y le gustaban, pero al parecer detestaba que solo la desearan y le ...
... hicieran caso por ellas. - Hiciste que me corriera súper a gusto, y quiero que se vuelva a repetir. Y así, se incorporó y se puso encima de mí, con una rodilla a cada lado de mi cuerpo, mientras se recogía el pelo caótico de recién levantada con un coletero. Me miró a los ojos y empezó a levantarse la camiseta. La primera visión que tuve de su piel me trajo recuerdos de nuestro primer encuentro en el aseo de la casa. A la luz de la mañana se podían apreciar sus imperfecciones, alguna que otra estría propia de una figura voluptuosa. En cualquier caso, su vientre seguía siendo igual de sexy que lo recordaba. Pero todo desapareció de mi vista cuando dejó al descubierto sus pechos. Eran muy parecidos a como los había imaginado: grandes, muy grandes, un poco separados, con aureolas amplias y claras, y con pezones relativamente pequeños con respecto al resto. Automáticamente, mi cuerpo se incorporó para ir a lamerlos. -Lleva cuidado. - Dijo ella ruborizada al sentirte de repente desnuda. - Estoy ovulando y las tengo un poco sensibles. Asentí con una sonrisa tierna en la cara y acerqué mi boca a uno de sus pechos. Haciendo caso a sus palabras, lo chupé cariñosamente, sin morderlo ni rozarlo con los dientes en ningún momento. El pecho estaba cálido y muy suave. Al primer contacto del pezón con mi lengua, Ana se estremeció fuertemente, erizándosele todo el brazo izquierdo. Fue un momento muy excitante para ambos. Yo me estaba poniendo a cien con ese pecho perfecto y ella era consciente ...