1. (9) Cristales helados al amanecer


    Fecha: 17/08/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... hilo, me saltaba lo que faltaba y eso que me dejaba mucho en el tintero, le hablé sabiendo que se iba a cabrear más. Faltaba el alojamiento, no de un lugar o piso, el alojamiento en su cuerpo, su rostro enrojeció levemente, no le di tregua, dije que la mujer en la antigüedad tenía un signo para definirla, una copa, un recipiente y no hay que dramatizar, que analizara los signos de macho y hembra.
    
    Sois un recipiente, os guste o no, en la vagina tenéis un pequeño espacio donde suele quedarse el semen, aunque la mayoría escape, y en ese recipiente está la posibilidad del embarazo. Guardé silencio, ella miraba al suelo, a sus zapatos, soltó mi muñeca y se alejó hacia el pasillo, estaba claro, se marchaba y así fue.
    
    De nuevo otra mano, no un codo doblado, pensaba hacerme un poco de daño al apoyarse, otra de las cabreadas que me dijo que nunca más le dirigiera la palabra, no pude evitar la sorpresa, esta con cierta sonrisa me dijo, que bragas rotas no follaría conmigo esta mañana, eso hizo que me alarmara, veo a CB casi todos los días, si sería un problema. Se agachó un poco más hablándome muy bajito al oído, textualmente me dijo estas palabras.
    
    “No tengo prisa, ni quien me la meta”, supongo que será suficiente para tu pobre cerebro. Espero que entiendas lo que es la prisa, que tú enseguida lo traduces en un montón de páginas”
    
    Me miró a los ojos risueña, el efecto sorpresa lo había conseguido, parecía que no nos habían escuchado. En el fondo llevaba razón, demasiado ...
    ... fondo para un polvo sin importancia, pero yo tengo un problema, yo no voy directo al asunto, nada de eso, si hubiera hablado de conquistar su cuerpo se hubiera tronchado de risa, no sabe nada de las sensaciones que puede tener, en diferentes lugares de su piel, sea costado, hombro, cuello, espalda o muslo. Cuando volví a la realidad ya se había alejado hacia su mesa en la que vi a tres, podía no tener pareja o amigo.
    
    Recuerdo uno de mis impulsos, me llegan según recorro su cuerpo y en este caso fue el costado derecho, fue anterior a la hora de la fotografía, que he subido pero me ha sido negado. Esta mujer era peluda, sin embargo fue un potente imán, fue cuando lo descubrí, todo ese vello húmedo, y además ha sido la única que me ha mostrado ese dudoso punto G.
    
    Esta mujer en particular, tenía una costumbre que no tenía ninguna, al terminar, cuando ya su cuerpo vibraba por las contracciones que le producían los orgasmos. Ella misma llevaba mi mano a su frondoso monte de venus y le oprimía con mi mano ese lugar.
    
    Lo intenté por dentro, pero no sentía nada, hablo de la vertical del monte de venus en ese punto, y llegué a la conclusión que no es igual en cada mujer o que no todas disponen de ese punto.
    
    Esta mujer en especial, una madrugada apresé su costado derecho con los dientes, una especie de ensayo, forma parte de esa información que requiso para no perder comba, sirva la comparación y ella gimió torciéndose hacia ese lado, esperaba su mano apartando mi cabeza, pero ...
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