Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...
Fecha: 20/08/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ligeramente abiertas.
Su turbación se convirtió en verdadero desasosiego. Aitziber en ese me pregunto por el cuarto de baño, cuando volvió siguieron con el cuestionario, no conseguían leer una pregunta completa sin que sus ojos se evadieran del cuestionario para concentrarse unos segundos en mi entrepierna La escena me enardecía por momentos y el cosquilleo que sentía en el vientre se hizo más intenso y profundo. No podía dominar el extraño deseo de exhibirme ante ellas que me invadía. Ya que las oportunidades cómo esta no se dan a menudo, decidí que si no la aprovechaba para masturbarme me arrepentiría durante el resto de mi vida, así que totalmente decidido saqué mi polla, que ya tenia una considerable dureza y empecé a frotarla de arriba a abajo.
Ellas lejos de asustarse, se miraron y con una sonrisa picara me dijeron: Bueno, la verdad es que si nos hubiésemos enterado antes de que nos quisieras follar, hubiéramos ido al grano antes, por cierto me llamo Aitiziber.
Umm, creo que Beatriz y yo no hemos tenido suficiente con lo que hemos visto –intervino Aitziber-, de hecho habíamos pensado que nos apetece mucho probar un trío con un machote como tú, al fin y al cabo ya hemos visto como calzas... –dijo con una sonrisa en los labios y señalando el bulto que estaba formado en mi entrepierna.
Así que asentí con la cabeza y nos fuimos directos a mi habitación. Ellas empezaron a acariciarme y cuando me di cuenta (y sinceramente, aún no sé cómo) me encontré totalmente ...
... desnudo sentado en una silla de mi habitación con dos mujeres de ensueño alrededor de mí, acariciando todas las partes de mi cuerpo, Aitziber empezó saboreando con su lengua mi polla que ya estaba totalmente dura gracias a las atenciones de mis nuevas amigas, mientras Beatriz se sentaba encima de la cama contemplando el espectáculo.Aitziber siguió pajeándome, con extremo cuidado de no acelerar el ritmo para que no me corriera. Le miró un instante, dio una palmada en el sofá, y le dijo a Beatriz "ven aquí". Como una autómata, se levanto y se sentó a su lado (Aitziber en el centro, yo a la derecha, y Beatriz a la izquierda). Le pasó el brazo por el cuello, y le hizo recostar la cabeza sobre su pequeño hombro. Tenía la mano derecha ya pringosa del líquido de mi polla. Se la acercó a la boca y se la lamió: le miró, se la enseñó, y le preguntó si quería. Beatriz dijo que sí, con la cabeza, y le lamió la palma de la mano. Aitziber le miró, besó su palma, humedecida por el flujo, le tomó la cabeza por la nuca y le dio un pequeño beso en los labios, dejándole todo el sabor de la polla. La miro a los ojos, sin poder reaccionar, pero Aitziber (que, la verdad, me estaba demostrando ser muy, pero que muy puta) empezó a sonreír. "Bueno, chico, mi amiga y yo tenemos que hablar. Tú quédate aquí, y disfruta del espectáculo". Se reclinó sobre mi polla, le dio un lametón con la lengua, rodeándome todo el capullo y se puso en pie.
Le cogió de la mano y fueron hasta la cama. Le dio la vuelta ...