LA PATRONA EXIGENTE 5
Fecha: 20/08/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ayudando en la limpieza, por eso te lavaste el cabello.» Mientras se secaban yo seguía en la bañera. Había corrido las mamparas, o sea que estaba frente a ellas, haciéndome una soberna paja. Paulina me miraba y sonreía. Sabía que era para ella. «¡Oh abuelita! ¡Mirá lo que tiene Dani en la mano! ¡Seguro es para dártela a vos cuando vuelvas! ¡Jajaja!» La nena no perdía detalle.
“Se fueron ambas. Supongo que a las 8 de la noche Paulina estuvo de vuelta. Yo me había dormido, por supuesto. Como lo fue en los días anteriores, Pauli se desnudó y se metió en la cama. La sentí cuando me besó y chupó la pija. Sabía que eso nunca fallaba. «No está como me mostraste cuando me fui. ¡Jajaja!» «Bueno…, ponela vos como querés que esté.» «¡Jajaja! ¡La nena quedó fascinada! Quiere estar con vos todo el día…, día y noche. Parece que sos un mago. ¡Le hiciste de todo! ¡Y le pareció poco!» «Para ella solamente estuvimos diez minutos…» «¡Jajaja! ¡Estuvieron cogiendo como dos horas…!» «¿Te pidió que le enseñaras como ponerse para coger por el culo?» Pauli seguía chupando. «Claro. Me lo imaginé. Le dejé un consolador, chiquito, para su culito. Se lo tiene que poner toda la noche, y mañana, cuando venga, lo tiene que tener puesto. Le expliqué lo de la enema. Yo te prepararé el lubricante.» La pija ya está dura. Pauli me montó, se la ensartó por el culo, y comenzó a cabalgar. Las tetas se sacudían espectacularmente. Se las agarré. «¡Para que no se caigan! ¡Jajaja!» «¡Dale bebé! ¡A Ludmi todavía no ...
... la cogiste así!» «¡Cómo qué no! ¡Me cabalgó!» «¡Pero no por el culo!» «Date vuelta. Quiero ver como entra y sale de tu culito…» «¡Jajaja! ¡Ahora lo llamás “culito”! ¡Pícaro! ¡Antes era culaso!» «¡Sigue siendo culaso!» Dale que dale. Como 15 minutos cabalgando… «¡Bebééé! ¡Me vieneeee! ¡Siii!» «¡Daleeee! ¡A mí también!» Nos quedamos arrumbados en la cama. Sin duda, me da mucho placer tener entre mis brazos a Ludmila…, pero el placer que me brinda Paulina es único. Sus carnes, sus rollitos, sus tetas, su culo. Los muslos…, no hay nada comparable. ¡Lástima que los años pasan rápido! Fuimos a cenar. Luego nos quedamos algunos minutos mirando la tv. No había nada que valiera la pena. Nos acostamos y nos dormimos. Ambos sabíamos que en 3 o 4 horas nos despertaríamos, cogeríamos una media hora. Y volveríamos a dormir. Al amanecer, como era “clásico”, hicimos un par de rapiditos, unas mamadas, nos bañamos y me fui al taller de los ingenieros con los que colaboraba…, para ganar algunos mangos. Nuevamente anduve “escapando” de las nenas de la facu, no porque no tuviera ganas… ¡No quería perder “energía” para recibir a Ludmila! Ni siquiera fui al comedor, para no encontrarme con Celina. A eso de la cuatro de la tarde fui a “casa”. En cuanto llegué, Paulina fue explícita: «Andate a la pieza y quedate allí hasta que te avise. Ahora voy a buscar a Ludmi. Quiero que venga un poco antes, para comprobar que esté en “condiciones” para que le des por el culo. Ella tiene muchísimas ganas. Espero ...