Mi dulce fierecilla - Relatos Eróticos

Mi dulce fierecilla

... huevos con gran maestría, querías impresionarme y lo hacías de forma estupenda, eran tuyos, los tocabas, los besabas con delicadeza y a la vez con esa fiereza que te hace ser especial para mí..Después me pedias que te regresara ese favor que tú me hiciste a mí y con gran gozo disfrute de tu jardín celestial, tu templo de placer, tu vagina, tu concha, tu pucha, mi lengua explora sutilmente cada parte sensible de tu divino secreto pasional, de ese manjar de sabores exóticos e hipnotizantes, querías que rasgara tu cueva, entrara como un extraño que desea admirar ese riquísimo sabor pasional tuyo, sentir como tu vulva, se vuelve una cascada de chorros incontrolables, de probar toda esa humedad, esos jugos que avisan el tiempo de sentir el deseo de una fusión de cuerpos, la furia de una unión de pieles sudorosas, mis dedos te hacían gemir, gritar, moverte con desesperación, decías que querías sentirme dentro tuyo, que te follara, te la metiera, te cogiera así de rico como te hacia el sexo oral a ti.Ya no puedes esperar más y te colocas encima mío, me cabalgas como un jinete que tiene el desafío de domar a ese salvaje corcel y vaya que lo haces con esos movimientos tan rítmicos, tan cachondos, tan fogosos, tan ardientes, tan jariosos, quieres que mis labios sacien el placer de esos senos que bailan con cada bamboleo tuyo, tus tetas, tus chicihis, están en mis boca, siento ese elixir riquísimo combinado con tus movimientos sensuales, tus movimientos como una zorra ardiente como ...

... eres tú, una perra insaciable, que pide no detenerme y acelerar mas los latidos de nuestro cuerpo, me pides seguir introduciendo mi hombría, mi pene, mi verga, mi pito, mi falo en ti, te sientes una puta complaciente, y eso me derrite, ese andar tuyo de caderas que sienten mis manos con ese vapor que los dos tenemos cuando nuestras llamas se encuentran.Es fantástico ver como destrozas mi cuerpo con esos movimientos circulares, intensos y delicados, salvajes y tiernos, mientras me dices –te gusta papi-, -así cariño-, -quieres que siga amor-, y por supuesto que quiero que sigas, quiero prolongar este momentos hasta que no aguantemos más y explotemos en una convulsión de cuerpos. Ahora quieres que admire la belleza de tus curvas, quieres que admire tu culo, tus nalgas, tus glúteos, tu trasero, y te colocas de a perrito, en cuatro, ahí juego contigo y solo la punta de una verga caliente y fogosa siente el calor de tus labios vaginales, de esa vulva llena de vida, y un gemido tuyo sale de tu boca, la paseo por ese culo precioso que tienes, de tu boca salen estas palabras – quiero sentirla papito-, -métemela ya- destrózame con ese rica verga que me encanta-, y eso incentiva a seguir mas y mas, hasta que desesperadamente me pides que ¡¡te coja ya¡¡¡.Así que haciendo caso a tu petición te inserto mi virilidad, despacio, con paciencia, con delicadeza hasta que de un solo tiempo llega hasta el límite, ahí acelero mis movimientos para que sientes esa rica verga, ese pito que te fascina, lo ...