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Un anal después de 4 años
Fecha: 26/08/2018, Categorías: Lesbianas Autor: francisperez, Fuente: CuentoRelatos
... cogía por la pucha, empecé a meter el pulgar en su culo, abrió un poco más las piernas y pude meter una falange en el culo. Me dieron unas ganas inmensas de acabar en su culo, así que saqué la verga, la coloqué en el culo y la metí poco a poco, ella gemía entrecortadamente, hasta que dijo - deja ponerme en la silla. Saqué la verga, se hincó en la silla ofreciéndome el culo, volví a metérsela, y nuevamente me dijo - no, espérame, estoy incómoda, vamos al piso. Puso un cojín de la silla en el piso, se hincó sobre él y yo detrás de ella, metí la verga en su pucha para aprovechar su lubricante natural y le arranqué algunos gemidos, saqué la verga y la coloqué en la entrada de su culo entreabierto que estaba a mi merced, la metí poco a poco, sintiendo como se iba acoplando a su esfínter en cada arremetida. Los jadeos y los gemidos se fueron haciendo más continuos y prolongados, hasta que logré venirme dentro de ella. Permanecimos en esa postura un rato, mientras se ella se lo hacía con una mano, mi verga permaneció dura un buen rato y la saqué hasta que ella volvió a venirse. Me quedé hincado detrás de ella, observando sus espasmos hasta su recuperación, era una maravilla ver su pucha y su culo abriéndose y cerrándose al compás de su respiración. Finalmente, se recuperó, la ayudé a ponerse de pie, tomó unos pañuelos desechables y se limpió las piernas, la pucha y el culo del semen que le escurría. Desde la ...
... silla en la que coloque me dedique a disfrutar de esa vista, de verdad que tenía un cuerpo perfecto y mejor aún que cogía como diosa y no ponía reparos para hacer ninguna cosa. - Bueno, ahora si, creo que ya es hora de irse, me dijo. Agachándose para recoger su ropa del piso, dejando a mi vista los dos huecos que recién había probado. Nos vestimos y nos abrazamos, volviendo a besarnos. Mis manos se fueron inmediatamente a sus nalgas, buscando nuevamente la abertura, mi verga quería más de ella. Ella tomó mi verga con una mano, diciendo -¿no te cansas verdad? - Pues no, quiero más de ti. - Otro día - No ahorita. - Ya es tarde - Lo hacemos rápido Era un juego en el sabíamos que íbamos a terminar por hacerlo nuevamente. Y así fue. Completamente vestidos, la senté en la orilla de la mesa, levanté la falda, hice a un lado la braga y se la metí suavemente, una, dos, tres, muchas veces hasta que me vine en ella. Permanecí dentro de ella hasta que mi verga salió sola. Me separé y noté mi pantalón completamente mojado de sus jugos. Nuevamente se limpió, volvimos a besarnos y me advirtió que sería en otro día porque ya era tarde. La acompañé a su coche, le abrí la puerta, se sentó y jalándome del cuello me dio un beso diciendo -¿por qué nos tardamos cuatro años? Buenas noches. Así empezó todo, mantuvimos una relación por varios años, gozando del sexo completamente de una manera que ya les iré contando.