mis vecinas mis esclavas - Relatos Eróticos

mis vecinas mis esclavas

... está casada pero se lleva mal con el marido y tiene una hija de 22 años. Juan – bueno pues más tarde hablaremos de ellos. Os echo sentaros para deciros que mañana bajare unas pequeñas cámaras y las instalare en toda la casa, y estás darán al ordenador que tengo yo en casa, así os controlare las 24 horas. Tenéis algo que decir. Esther – no Amo ¿pero por que en toda la casa? Juan – quiero saber todos vuestros movimientos. Y segundo os hare un contrato como sumisas. Y mirando a Paula le dije Juan – vez a tu habitación y trae el portátil Paula se levantó y a los cinco segundos trajo su portátil y busque varios contratos y cuando vi uno que me gustaba puse el portátil enchufado en la tv, para que ellas pudieran leer también el contrato, contrato que escribo abajo. Contrato… como Sumisa Esther y Paula, en posesión de su persona, consiente y manifiesta que desean y pretenden entregarse totalmente en las manos de Juan, su Amo. Por su parte el Amo, Juan, consiente y manifiesta que desea y pretende tomar posesión de sus sumisas, Esther y Paula. Por la firma de este Contrato de Sumisión, se acuerda que las sumisas ceden todos los derechos sobre su persona y que el Amo toma completa posesión de las sumisas como propiedad, reclamando su futuro, su corazón y su mente 1. 0. 0 Deberes de la Sumisa: • Las sumisas aceptan obedecer y someterse completamente al Amo. Sin límites de lugar, tiempo o situación, en la cual las sumisas pueda deliberadamente rechazar obedecer las órdenes de su Amo, ...

... excepto en las situaciones donde se aplique el veto de la sumisa (sección 2. 0. 1). • Las sumisas también aceptan, una vez firmado el Contrato de Sumisión, que su cuerpo pertenece a su Amo, para ser usado como este considere conveniente. • Las sumisas comprende que todo lo que tiene, y todo lo que hace, pasara de derecho a privilegio, otorgado solo cuando el Amo lo desee, y solo hasta el punto que él lo desee. 2. 0. 0 Palabra de Seguridad • Si las sumisas siente que la situación se aproxima al límite de lo imprevisto, puede pronunciar la palabra de seguridad “AMARILLO” para indicarlo. El Amo acepta evaluar la situación en la que la sumisa pronuncio dicha palabra y usara su capacidad para modificar la actividad o detenerla completamente. Las sumisas están de acuerdo en atenerse a la decisión del Amo. El Amo está de acuerdo en no castigar a las sumisas por el uso de la palabra de seguridad. 2. 0. 1 Veto de la Sumisa • Las sumisas, cuando lo consideren oportuno, tendrán poder de veto sobre cualquier orden dada por el Amo, cada vez que ella pueda legítimamente rechazar obedecer esa orden. Esto será indicado con la palabra de seguridad “ROJO”. El uso de la palabra de seguridad “ROJO” precisa la inmediata conclusión de la actividad, es considerado un veto, y puede ser motivo de conclusión del Contrato de Sumisión. 3. 0. 0 Conducta de la Sumisa: General • Las sumisas se esforzaran en amoldar su cuerpo, apariencia, hábitos y actitudes conforme a los deseos del Amo. Las sumisas están de ...