1. verano 2016


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues

    ... mullida la cama. - ¿Los dos en una colchoneta? Vamos a estar muy apretados. Podemos probar. - Venga, así mejor, ya verás. - Perece que si. Es mejor aunque tengamos que estar mas pegados. Quizás tengamos calor. - ¿Cabes? - Si, así pegado a ti no me salgo de la colchoneta. - Oye, eso que noto ¿es que se te está poniendo dura? - Calla, eres una charlatana, déjame tranquilo. No lo puedo evitar y si me dices algo es peor. - Bueno, no te digo nada mas. ¿Cuando me vas a dejar verla así dura? - Estás loca, déjame dormir. La verdad es que el contacto con el cuerpo de mi hermana me estaba excitando. No solo se me ponía dura, es que me apetecía refregarme contra su culo, apretarla, tocarla. Por lo menos si pudiese hacerme una paja… - Bueno, Manu, te dejo dormir. Hasta mañana. - Hasta mañana Julia, buenas noches. Estábamos pegados, sus piernas tocaban las mías piel con piel; su espalda y mi pecho solo se separaban por las dos camisetas que usábamos de pijamas; había poca separación entre mi polla y su culo. Sentía su calor, la suavidad de su piel, su respiración. Me era imposible estar quieto, quería sentirla mas todavía, pegarme, fundirme a ella, necesitaba mas calor aún. Instintivamente mis movimientos fueron aumentando, eché un brazo sobre ella para pegarla mas a mí mientas mi polla se aplastaba contra su culito. Hervía de excitación, era mucho mejor que cuando me hago las pajas, un placer inmenso, no podía parar. - ¿Qué te pasa, Manu? No me dejas dormir. - ¡Ostras, Julia! Me he ...
    ... puesto muy caliente, déjate estar así un ratito a ver si me calmo. No quiero parar, no puedo. - Pero esto es follar, estás loco. - No, solo es un roce, nada mas que un roce. Déjame seguir, no te pasará nada y yo estoy teniendo mucho gusto, mucho. - Bueno, vale, te dejo un poco pero no me aprietes tanto. - Tu culito me da gusto, así, así. Déjame disfrutar. - Nos van a oir. - Calla y no te muevas, ya me corro. ¡Ay que gusto! ¡Uf…! ¡Que buena estás! - ¡Que cerdo! Estas medio loco, cálmate. - ¡Jo! Estoy explotando, nuca sentí tanto gusto, me estoy corriendo y me parece que esta vez ya me salió leche, noto algo raro en el pito. - Qué dices. - Si, es la primera vez que me sale leche y es gracias a tí. - Te salió leche? - Unas gotitas. Es cierto que da mucho mas gusto que cuando no sale. Fue estupendo y gracias a ti. - Bueno, por esta vez no me importa pero no quiero que lo vuelvas a hacer. Eso es una cochinada… - No seas remilgosa, a ti no te pasa nada y a mi me da mucho gusto. - ¿Cómo es esa leche que dices que te sale? Déjamela ver. - Solo fueron unas gotas, toca si quieres. - ¡Ostras! Que gorda y dura la tienes. En esto estábamos cuando: - ¡Niños! Parar ya de tanto hablar y dormiros de una vez. - Era mi madre que oía nuestra conversación desde la habitación contigua. Esperemos que no se enterase de lo que hablábamos. - Tranquila, ya dormimos. ¡Hasta mañana! Dije yo. - Buenas noches, dijo Julia. Nos dormimos instantáneamente y no desperté hasta que nos llamó mi padre. - Venga, arriba ...
«1234...»