1. verano 2016


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues

    ... Bueno, vale, vamos a dormir. Hasta mañana. - Hasta mañana. Al despertar al día siguiente la camiseta estaba seca, con una mancha amarilla como si se me hubiese meado, no era muy llamativa pero por prudencia la metí entre la ropa sucia, que no se viese. Julia tardó algo mas en levantarse y pasamos el día en la playa con los amigos como si nada hubiese pasado. Mi rabo estaba algo juguetón pero tampoco demasiado que no se pudiese controlar. Parece que la descarga nocturna calma a la fiera. Mejor así. En algún momento me fijé en las tetitas de Julia. Eran dos pequeños conos que escasamente sobresalían un centímetro sobre el pecho, con unas sombritas mas oscuras que anunciaban los pezones. Eran poquita cosa pero el hecho de que le gustase que se las tocara me hizo verlas mas bonitas, que las mirase con más amor. Julia también estaba creciendo y posiblemente empezando a despertar al sexo. Su coñete sin embargo era aún totalmente de niña, otras niñas de la playa tenían ya una pelusilla o incluso pelos, Julia no. Procuré distraer mis pensamientos para evitar empalmarme. Cada vez que recordaba la noche se me empezaba a poner dura. Terminó el día y llegó la noche. Papá y mamá salieron con otros amigos y nosotros después de ver una película nos fuimos a acostar. - ¿Juntos? Pregunté. - Por mí sí, dijo Julia. - Por mí también, dije yo. Así estamos más calentitos. - Calentito tienes tu el cerebro. El cerebro y otra cosa. - Bueno, no seas mala y acércate a mí. Así, déjame acariciar tu ...
    ... barrigola, dije pegándola a mí al tiempo que le pasaba la mano por su barriguita en círculos. A Julia se le notaba que le gustaban estas caricias y con sus piernas buscaba las mías y se pegaba aun mas a mí. Pasé mi brazo izquierdo por debajo del cuerpo de Julia tocándole las tetitas con esa mano, con la derecha fui bajando a su ombligo, la barriga, las piernas. Enseguida noté que sus tetitas estaban tiesas y duritas. - Me gusta estar así contigo, Manu, dijo Julia. - Yo también estoy muy a gusto así contigo. Además no quiero ser egoísta como ayer, quiero acariciarte mucho y que estés bien. - Me siento muy rara pero muy bien, sigue, sigue. Mi mano derecha se fue animando a pasear francamente sobre su sexo y entre las piernas de mi hermanita que disfrutaba del toqueteo. - ¿Te gusta por aquí? Pregunté mientras pasaba la mano por la cara interna de sus muslos. - Mucho, me gusta mucho. - ¿Y por aquí? Dije mientras tocaba su vagina. - También. Estoy teniendo mucho gusto con tus caricias, me encuentro muy rara. - Eso es que te estas calentando, ya empiezas a ser mayor y ya te empieza a gustar como a mí. - Será eso, que estoy caliente o lo que sea. Tú no pares y dame gustito. - Yo también quiero, no te olvides, a ver si la egoísta eres tú. - Bueno, si quieres, te toca, ¿qué hago? - No sé. ¿Nos damos un beso como los novios? - Bueno, vamos. Nos pusimos de frente y juntamos nuestros cuerpo al tiempo que uníamos las bocas. Estuvimos así un rato en el que no supimos que hacer con los labios, ...