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El extraño del cine me lleva de paseo
Fecha: 28/08/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
El extraño del cine me lleva de paseoDespués de coger toda la tarde con Javier, el extraño del cine, me quedé en la cama reponiéndome… Mi concha todavía quería más dedos adentro y mi culo me ardía y dolía por la tremenda cogida que me había dado este tipo.Llamé a Víctor para preguntarle si ya había visto el video y me dijo muy excitado que se había encerrado en el baño a masturbarse mientras observaba los detalles de cómo Javier me rompía el culo. Me preguntó si yo estaba bien y le dije que lo estaba esperando con ganas para continuar cogiendo a la noche. También le comenté que Javier me había citado para la tarde siguiente y me respondió que por su lado no tenía ningún problema.Cuando mi dulce maridito llegó a casa ni siquiera le di tiempo a acomodarse o relajarse. Lo esperé al borde de las escaleras casi desnuda, solamente con una tela transparente cubriendo mis tetas y unos zapatos de taco alto.Víctor se fue desnudando mientras me perseguía por las escaleras. Lo arrastré a nuestra cama, donde había estado cogiendo a la tarde y lo monté, empalándome en su verga bien dura.“Te gustó la cogida que te pegó ese tipo?”. Me preguntó mientras yo cabalgaba sobre su verga erecta, metida en el fondo de mi concha.Ni siquiera pude contestarle, porque mi primer orgasmo me hizo explotar de placer. Estuvimos cogiendo casi toda la noche, hasta que por fin el cansancio nos venció a la mad**gada. Al despertarme, Víctor ya no estaba.A las siete de la tarde ya estaba lista para mi cita con ...
... Javier. Me miré en el espejo y realmente encontré el reflejo de una puta callejera. Había elegido una falda muy breve de cuero que apenas me cubría la cola y no llevaba tanga; una blusa liviana de algodón, medias de nylon que me cubrían hasta los muslos y unos zapatos de tacón bien estilizados. Para completar semejante atuendo, me había puesto una peluca enrulada de color pelirroja y anteojos oscuros, por las dudas para que nadie en el barrio me reconociera.La calle ya estaba oscura. Me dirigí al bar de la esquina pero antes de llegar un motociclista me llamó desde el cordón de la vereda. Seguramente pensó que era una prostituta y eso ya me excitó de una manera particular, provocando que mi concha comenzara a humedecerse.La moto era gigantesca y con colores vivos. Levanté la vista y me encontré con Javier, que sonrió preguntando: “Cuanto es la tarifa por una francesa?”Me acerqué a él en la oscuridad y de repente una mano me abrazó por la cintura y la otra se deslizó entre mis muslos.“Linda puta, esa conchita está bien mojada”. Dijo sonriendo y comiéndome la boca.Me hizo subir detrás de él en la moto y arrancó, comenzando un viaje para mí desconocido. Recorrimos muchísimas cuadras durante un buen rato; yo ya no tenía idea de dónde estábamos. La ciudad estaba bastante oscura. De repente Javier se detuvo y me ordenó que bajara. Me señaló una esquina donde se podía ver a tres o cuatro mujeres reunidas y me dijo que fuera hacia allá.Al llegar entendí que las cuatro mujeres eran ...