El extraño del cine me lleva de paseo
Fecha: 28/08/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... prostitutas que hacían la calle. Una de ellas me miró de mala manera, preguntándome qué hacía en esa esquina. Antes de que pudiera contestarle, un auto se detuvo frente a mí y un hombre de mediana edad se asomó por la ventanilla. Me acerqué a él mientras el tipo me preguntaba si estaba disponible para acompañarlo.Iba a responderle, inventando cualquier excusa, cuando sentí que me oprimían un brazo y me alejaban del auto. Un enorme tipo vestido de novia me arrastraba lejos de ese lugar. Era calvo, gigantesco, usaba unos borceguíes militares, su cara estaba burdamente pintarrajeada y lo que me seguía llamando la atención, era su vestido de novia.El hombre me arrastró hasta un callejón oscuro y luego me hizo entrar en una especie de patio, donde había unas cuantas personas dispersas por los rincones. Me empujó hasta que caí sobre un sucio y raído colchón.“Qué te creíste, perra, que podías venir aquí a sacarle trabajo a mis chicas?”. Ladró “la novia” mientras sus ojos me fulminaban con una intensa mirada. De repente se tranquilizó y vi que sus ojos recorrían mis piernas, ya que mi breve falda de cuero se había deslizado hacia arriba, dejando ver mi Monte de Venus bien depilado.“Ah, pero qué tenemos aquí??... una perrita bien lista para coger” Exclamó entre carcajadas. Otros tres hombres se habían acercado y ahora me rodeaban mirándome con deseo. Mi captor retrocedió un par de pasos, sonriendo y diciéndome:“Qué te parece, bonita, me veo bien como novia?” “Mira lo que tengo aquí ...
... para vos”Entonces se aplastó el vestido de novia contra el cuerpo y con ambas manos me mostró un enorme bulto sobre su entrepierna, que parecía una banana bien enorme.Se acercó otra vez a mí, inclinándose sobre mi pubis, acercando su nariz a mis labios vaginales, ahora abiertos y humedecidos por la excitación.“Hmmm… huele a rosas la conchita de esta perra… pero a mí en realidad me interesan las mujeres cuando me dan la espalda…”Luego de oír eso abrí mi boca para gritar, pero el tipo me tomó por las caderas y me hizo girar en el aire, dejándome boca abajo sobre ese sucio colchón.“Vamos, nena, no te preocupes… va a encantarte mi verga dura en tu culito… después te entrego a estos tres machitos, que son más normales que yo…”Apenas terminó de hablar, sentí que su verga se enterraba en mi culo, sin lubricación, sin piedad, sin darme tiempo a reaccionar. Varias manos me tomaron por la nuca y me obligaron a enterrar la cabeza contra el colchón, ahogando mis gritos de dolor, mientras sentía que su espada me traspasaba y taladraba mi ano con furia.Me sometió a ese castigo por más de diez minutos, hasta que sentí que se derramaba dentro de mi ano, quemándome con su semen hirviente. Me dio unas palmadas en la cola y se retiró de mi cuerpo, dejándome en manos de los otros tres tipos, que como bien había dicho, iban a cogerme la concha hasta el hartazgo.Entre los tres me provocaron innumerables orgasmos, al final perdí la cuenta de todo lo que me hicieron gozar. Cuando el último se salió de ...