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Inicio Precoz en el Campo (segunda parte)
Fecha: 29/07/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
(Ver relato anterior) La tarde siguiente a mi primer experiencia con Vicente, no veía la hora en que mi madre hiciera su habitual siesta para volver a visitarlo. Cuando llegué lo encontré en la misma mesa de trabajo, sentado, haciendo tientos para sus trabajos de trenzado. Intercambio de saludos habituales y charla insustancial, no pasaba nada. Vicente se comportaba como si nada hubiese ocurrido y no me animaba a dar el primer paso. Yo le miraba disimuladamente las entrepiernas y un par de veces me descubrió haciéndolo y se sonreía. Para mayor incomodidad mía la pijita se me había parado sola y trataba de disimularlo y por lo visto no lo lograba ya que con un movimiento preciso Vicente me la palpó diciéndome que no debía avergonzarme por aquello de que "entre hombres. ". Eso me liberó y me animé a preguntarle si la suya también estaba parada. - La mía se para siempre. La nombraste y ya se me está parando -Me dijo entre risas. - ¿Quiere que le saque la leche? -Me apresuré a decirle, dejando muy en evidencia mis intenciones. - Hoy estoy ocupado como para que nos andemos desnudando y limpiando - Me contestó. Todas mis expectativas se vinieron abajo y debió notarse porque me dijo "¿Que pasa Pancho? ¿Porqué esa cara?". - Es que como me dijo que lo había hecho muy bien, pensé que querría que le sacara de vuelta. - Yo no dije que no quisiera, sólo que no teníamos tiempo de desnudarnos y todo eso. Si querés sacarme la leche hay otra manera más cómoda y hasta más linda. - ¿Cómo? ...
... -Pregunté entusiasmado. Vicente corrió un poco para atrás su silla, se acodó más sobre el borde abriendo sus piernas. "Metete bajo la mesa arrodillado entre mis piernas" Me indicó, y lo hice de inmediato. desde allí vi como desabotonaba su bragueta y maniobró para sacar sus grandes huevos y su pija ya parada. Me explicó que ayer le había hecho la paja con las manos y que ahora se la haría con la boca así me tragaba la leche directamente de su pija sin mancharme la ropa. No recuerdo haber pensado ni bien ni mal sobre la idea, lo que recuerdo es que me llegaba su olor a huevos y la imagen de su última gota en mi lengua. Me pidió que abra la boca y me metió la cabeza de su pija adentro. Tenía un sabor indefinido que no me desagradó. Con una mano en la nuca me mostró el movimiento de vaivén que debía hacer. Una vez dadas las instrucciones volvió a acercar la silla a la mesa con lo cual de él sólo veía su panza y aquello que más me interesaba. Me dediqué a chuparlo como mejor podía, Vicente me daba indicaciones, me decía que debía ir metiéndola más adentro pero cuando lo hacía me daban arcadas. Me tranquilizó diciéndome que con la práctica se me irían y hasta podría tragarla entera. También me enseñó a descansar la boca chupándole los huevos, lo cual me encantó porque, como ya dije, me habían fascinado desde el principio. "Además, chupándolos bien la leche se mantiene calentita" Me mintió para justificar la chupada de huevos. Mi pijita seguía como un hierro y descubrí que tocándomela ...