Tarjetas Black 4
Fecha: 01/09/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... el Delegado no tuvo reparo en preguntar si debían esperar a alguien más, respondiendo Yeimy raudamente de forma negativa, añadiendo que ya podían pues pasar al comedor.
Para enfado de la anfitriona, fue entonces la rubia quién pidió darse una ducha antes de comer, aprovechando Roberto la oportunidad para sugerirle a la rubia darse un chapuzón rápido en la piscina en lugar de ducharse. Eva arguyó que no había llevado traje de baño pero Roberto propuso que Yeimy le dejase uno, y resignada la anfitriona tuvo que aceptar cuando todos la miraron.
A pesar de que Yeimy escogió entre sus bikinis el que más le apretaba, este le quedaba bastante suelto a la rubia dada la diferencia de medidas entre ambas. Una vez mojado fue aún peor, las tetitas de Eva amenazaban con escapar por todos lados al igual que la braga que pronto dejó claro que la flacucha apenas debía tener vello en el pubis.
Roberto comenzó a jugar con Eva, ambos bucearon, rieron y como si fueran unos críos Roberto lanzaba por los aires a la rubia de pie sobre sus hombros. Eva aún sabía hacer la voltereta en el agua tanto hacia delante como hacia atrás, cuando al hacer dos giros consecutivos hacia delante el bikini no aguantó y dejo al aire el escuálido culito de la juguetona. Todos se echaron a reír ruidosamente salvo Yeimy, que dirigió una mirada de reprobación a su amiga. Al poco Roberto y Eva gritaban y reían con complicidad. Sin que los anfitriones se dieran cuenta el Delegado pronto aprovechó para tocar ...
... bajo el agua la tostada y cálida piel de la rubia en zonas restringidas, o incluso para pellizcar suavemente uno de sus duros pezones.
Una vez fuera Eva y Yeimy se pusieron al sol mientras que Fede y Roberto tomaban otra cerveza. Cuando salieron del agua Eva se dio cuenta de que no le bastaba con secarse por fuera. Sentía su sexo cálido y húmedo por dentro. Roberto la había preparado, sin que ella sospechara cuales eran las verdaderas intenciones de aquel hombre. Eva sería la trampa en la que Federico caería con gusto.
― ¡Madre mía! Como está la amiga de tu mujer. Rio Roberto
― Vaya que sí.
― No te importa si me la follo, verdad. ―dijo Roberto con intriga.
― ¿Qué? ―se sorprendió Fede.
― Que si te la estás tirando tú, yo paso de líos.
― ¡Qué dices! ¡Qué lástima!
― Ah sí, pues si eres listo esa no sale de aquí sin chuparnos la polla ―dijo Roberto retando al marido de Yeimy.
― Sí, claro, delante de mi mujer ―renegó Fede.
― Faltaría más, delante y a cuatro patas…¿tendrás lubricante? ―preguntó rápidamente el invitado.
― Estás de coña. A Yeimy no le va eso.
Roberto se quedo cayado mirando con extrañeza a Federico. Hasta que cayó en la cuenta de que Yeimy le habría engañado, dado que la cara de su marido reflejaba sinceridad y frustración a partes iguales. Entoces se le ocurrió una idea divertidad
― ¡Eva! ¡Ponte aceite que te vas a quemar! ―gritó Roberto.
― ¡Ven y échame tú, anda! ―respondió Eva tendida en la toalla.
Y con discreción le ...