1. Por una Estúpida Apuesta


    Fecha: 01/09/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    Estaba estudiando mi primer año de Educación Superior y para la carrera que quise no me alcanzó el puntaje para la Universidad Local, por lo que tuve que hacerlo en otra ciudad. Alquiler compartido, fue la modalidad que me permitió obtener el alojamiento más económico, cuyo dato obtuve en la misma Universidad y apenas pude me mudé del hospedaje en donde estaba para allá. Era una casa de 4 dormitorios y 2 baños que dividíamos su arriendo entre 6 estudiantes. Siendo el más pudiente Juan el arrendatario titular y a vista del contrato se dividían todos los gastos por igual entre cada uno, teniendo todos los mismos derechos y obligaciones. Juan que era el titular del arriendo llevaba viviendo más de dos años ahí y estaba en su tercer año de carrera (estudios), teniendo con él un simpático Golden que le hacía de compañía y a la vez de guardián de la casa cunado no había ninguno de nosotros (as) en ella. Al terminar el primer semestre de ese año, dos de nuestros coarrendadores desertaron de sus estudios y tuvimos que dividir el alquiler solamente entre cuatro mientras no llegara nadie más, por lo que me vi ciertamente afectada en mi presupuesto, ya que mis padres no podían enviarme más dinero. Siempre apostábamos por cualquier estupidez con Juan, y como yo no me mermaba casi ante nada, por lo general resultaba como vencedora. Primero era por cosas pequeñas como por quien pagaba la cena que habitualmente era pizza u otra comida chatarra y cosas así, pero después hubo involucrado ...
    ... dinero de por medio como por ejemplo que al ganar yo él me compraba algún libro que necesitara para mis estudios o algún set de apuntes. Pero obviamente subiendo el calibre de las apuestas mismas, llegando a ser lo más atrevido que me pidió y yo por ganar lo hice, fue que pusiera mis senos desnudos apoyados en el vidrio de la ventana que da a la calle por diez minutos continuos, en lo que claramente me tape el rostro con mi misma camiseta, pues si bien en ese barrio no conocía a nadie no era de naturaleza exhibisonista. Luego se eso me apostó insistentemente a que no me atrevía a salir a pasear a su perro totalmente desnuda una vuelta a la manzana y luego quedarme todo el resto del día encerrada con el animal en el cuarto que ahora estaba vacío hasta la mañana siguiente. Apuesta que me negué a aceptar pese a lo tentador de la ganancia, hasta que me ofreció cubrirme tres meses de alquiler que más que caerme como anillo al dedo me dejaba al día con todo lo retrasada que estaba de mi presupuesto y haciendo de tripas corazón me comencé a preparar para ganar en aquella estúpida apuesta. Tomé prestados unos tacones rojos de otra chica que vivía en esa casa con nosotros (que yo nunca uso pero se caminar con ellos), me solté y ondulé el cabello que por lo general lo uso tomado, luego pintándome muy rojos los labios y depilándome mi desgreñado bello púbico, aproveché que no había nadie más en casa y poniéndole su correa al Golden lo saqué a dar la apostada vuelta a la manzana, que era la ...
«1234...»