1. Por una Estúpida Apuesta


    Fecha: 01/09/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... mano y como mi izquierda me quedó libre aproveché de continuar masturbándome a mi misma. Observé lo estúpido de la escena, pensando en que rehuí a su intento de montarme y ahora lo único que deseaba en ese momento era ser penetrada, vi que el diámetro de su pene había aumentado a más de tres centímetros y esa protuberancia estaba enorme aún dentro de su funda pudiendo hacer de tope para que no me lo metiera tan profundo. Y no lo pensé más poniéndome en cuatro patas ofreciéndole mi trasero, lo entendió de inmediato y se me subió por atrás, yo en mi calentura me apoyé en mi codo izquierdo y con la derecha por entre mis piernas fui a buscar su miembro para orientarlo a mi entrada, sintiendo muy rico cuando entró ese caliente pedazo de carne y el perro pese a ya estar eyaculando ayudó a empujarlo más adentro, me apretó fuerte la cintura encajándome sus uñas y empujó aún más dando violentas embestidas que hacían sonar nuestros humedecidos sexos Sshlafft, Sshlafft, Sshlafft, Sshlafft, hasta que tanto cargarse ese descomunal cototo se salió de la piel de su aparato y se fue para adentro de mi vagina haciéndome dar un corto y contenido chillido, pues estaba consciente que los demás dormían a esa hora. Ya su nudo adentro, continuó batiéndolo por algunos segundos más, diría que casi un minuto, y no sé si incrementó su eyaculación o fue mi percepción en ese momento en que estaba inyectándola directamente en mi útero, pues el conjunto completo de su pene repletaba toda mi cavidad ...
    ... vaginal sintiéndose fenomenal el latir de su bola en pleno contacto con mi punto G, pero fue muy poco lo que estuvo así acabando dentro de mí pues pronto se bajó para un costado y pasando la pata contraria a ese lado por sobre mi trasero, en la acción de darse vuelta su nudo estiró y expandió mis labios vaginales haciéndome doler tanto o más que cuando había entrado, quitándome el placer de ese caliente y latiente aparato, el que se salió de una al instante que esa protuberancia traspasó el umbral de la entrada de mi cavidad. "Maldito perro" le dije en voz baja y haciéndolo tumbarse de costado me volví a encajar su pene cargándome insistentemente en él hasta que entró su nudo. Y de encuclillada pasé a sentada de medio costado apegada a sus testículos moviendo mi pelvis para seguir gozando de aquel aparato que todavía escupía de su semen, quedándose él muy tranquilo y también disfrutando de lo que quedaba, más que molestarse creo que me lo agradeció y ni hablar de como jadeaba después cuando le devolví el sexo oral que desencadeno todo esto. Pese a lo adolorida, lo pasamos muy bien esa noche. Claro que ambas veces que su pene salió de mí vagina, el exceso de su semen escurrió hasta la pequeña alfombra que cobijó nuestro apareamiento o dicho de otra forma "fue nuestro nidito de amor", bueno siendo lo relevante que esta quedó toda empapada, pero ya estaba comenzando a aclarar y ya luego podría salir de ahí, no necesitando dormir más en ese tapete, por lo que para borrar evidencias lo ...
«1...3456»