Alicia 06/25
Fecha: 03/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues
... agujas mientras descontaban minutos para volver a verla. Ese minutero ya indicaba que el retorno estaba cerca, me dediqué a disponer la mesa con el nuevo juguete en el bolsillo, cada ratito lo debía tomar y pasar por la cara, era una forma de invocar su recuerdo y aplacar mis ansias de abrazarla. Su regreso fue apoteósico, parecía que hacía tiempo no nos veíamos, tal vez para compensar el moderado recibimiento del día anterior la alcé abrazándola fuerte y quitándole la respiración con mis besos. Era demasiado hermoso tenerla aupada, no podía concebir una forma de almorzar que no fuese con ella encima de mis piernas, la piel imponía una barrera al impulso que deseaba incrementar esa cercanía, cercanía absoluta ya que nuestros huesos no se podrían tocar. En la mañana algo calurosa solamente me vestía con un pantaloncillo corto, flojo y cómodo, la camisa la debía llevar abierta para dar aire a un pecho lleno de amor. Dije amor ? , debería ser la definición, una forma de justificar las locuras que estaba haciendo, la forma en que estaba cayendo a los pies de mi Alicia. El vestidito de su uniforme no fue problema para alzarlo un poco y así poder sentir su piel sobre mi piel. Hablábamos de mil cosas mientras nuestras miradas cruzaban su conversación privada, conversación que sabía de sensaciones, de urgencias y de esperas. También sabían del concepto "prohibido", del concepto "malo", pero todas esas definiciones carecían de sentido cuando nuestros mundos se unían en perfecta ...
... conjunción. La comida pasaba por nuestras gargantas previo sentirle un sabor diferente, casi siempre comíamos juntos pero esta vez "juntos" era aun más próximo, era sentirse un ser único en la dualidad. Al terminar los últimos bocados era mutua la pereza por levantar la mesa, era inconcebible desprendernos de los brazos del otro, solamente giramos un poco las posiciones para poder enfrentar bien los rostros. Las manos pedían un viaje a la pileta pero se tuvieron que conformar con visitar una servilleta, los deditos de ella fueron cuidadosamente limpiados por mi boca, cada uñita, cada recoveco, quedando solamente algo de saliva que secaba rápidamente al aire. Luego mis manos se dedicaron al acostumbrado paseo, nuevamente reconociendo ese cuerpito que ya estaba grabado a fuego en la memoria, cada curvita era un sendero conocido pero a su vez una novedad a explorar. Nuestras bocas se buscaban devorándonos con fruición y no pude evitar que mi bulto creciese debajo de su colita, quería acariciar aquella zona pero a la vez quería sentir el miembro allí, aún me ardía el bolsillo con la prenda escondida y tuve que sacarla explicándole que la había tomado por extrañarla demasiado, que necesitaba un pedacito suyo para acompañar mis horas de vacío. Pensaba que tal vez su reacción fuese de rechazo, de incomprensión, pero todo lo contrario. Parece que mi confesión le abría puertas para expresar cosas que manejábamos en forma tácita. Me contó que también le producían sensaciones lindas el notar ...